CHICAGO. El inmigrante mexicano Fidencio Sánchez, de 90 años, recibió hoy una donación de más de 380,000 dólares que le permitirá disfrutar de un merecido retiro después de trabajar 23 años como vendedor callejero de paletas en Chicago.

 

“No da para trabajar más”, declaró a Efe Sánchez, porque, dijo: “Cada día me canso más y ya no me da el cuerpo”.

 

Para su retiro cuenta con las aportaciones que 17,000 desconocidos le hicieron llegar desde 52 países a través de una campaña en internet que, en poco más de una semana, reunió 384,290 dólares.

 

El cheque le fue entregado en una conferencia de prensa que se realizó en el local de Paletas Poncho, la fábrica donde el anciano cargaba diariamente su carrito en los meses de verano con 300 helados para vender en el noroeste de la ciudad.

 

“Vender paletas parece fácil, que no es cansador. Un hombre me dijo que era trabajo de flojos. Quiero verlos cargar un carro con paletas y salir a vender para que vean si es de flojos”, desafió Fidencio.

 

El retiro de Fidencio será en Chicago, y no en su pueblo natal de Chalcatzingo, Morelos, como pensó en un principio.

 

“Dios nos jubiló, los ángeles que Dios nos pusieron acá en la tierra y nos ayudaron”, dijo, por su parte, su esposa, Eladia Patiño, a la que le preocupa el manejo de la pequeña fortuna.

 

“Tengo algo de temor, pero digo que si Dios nos lo dio, Dios nos va a cuidar”, expresó.

 

El anciano, que comenzó a vender paletas en 1993, intentó retirarse el año pasado, pero debido a la muerte de su única hija tuvo que retomar la actividad para mantener a su esposa y dos nietas.

 

Un cliente, Joel Cervantes Macías, se compadeció al verlo arrastrar el carro con dificultades por La Villita y publicó su fotografía y un llamado a la solidaridad en las redes sociales, lo que provocó la respuesta inmediata de miles de personas que querían ayudar.

 

“Me da mucha felicidad que toda la comunidad hispana, y sobre todo gente del mundo, se reunió para ayudar a Don Fidencio en esta causa”, dijo Cervantes durante el acto.

 

Fidencio y su esposa cuentan con la ayuda gratuita del abogado Salvador J. López, quien los asesorará junto a otros profesionales sobre los aspectos impositivos y la administración de los fondos.

 

Según declaró a Efe, con la atención generada por el caso a nivel mundial “hay que asegurarse que no corran ningún riesgo”.

 

“Que los buenos deseos no vengan acompañados por alguien que quiera aprovecharse”, dijo López, quien aseguró que el dinero será invertido de manera que los ancianos “cuenten con una buena jubilación para el resto de sus vidas”.

dec