No sé si Jorge López Portillo defraudó a Exportadora de Sal (ESSA).

 

Esa sociedad anónima, llamada a ser la principal productora de sal en el mundo con una vieja sociedad méxico-japonesa, está en la polémica.

 

El jalisciense Jorge López Portillo es acusado de contratos indebidos en perjuicio del patrimonio nacional, razón por la cual enfrenta en libertad un proceso judicial.

 

Pero hay muchos elementos a analizar.

 

Desde José López Portillo, cuando México se hizo de 51% de las acciones y Mitsubishi, del 49% restante, nadie ha puesto vigilancia.

 

De esa manera, en Guerrero Negro hay una empresa floreciente, con ingresos anuales en cientos de millones de dólares y una población pobre, pobrísima, en torno a las instalaciones de ESSA.

 

No hay servicios fundamentales.

 

Falta de abasto de agua, insuficiente red eléctrica, deficiente pavimento y no se diga en aspectos de salud: apenas una clínica con un par de camas para atender a casi 40 mil personas.

 

Bastarían las ganancias de un año de ESSA para satisfacer los servicios fundamentales de esa zona abandonada, hoy bajo un pleito porque no ha podido arrancarse a Mitsubishi el control de la producción de sal natural, orgánica.

 

EL PRIISMO DESIGNA A PANISTAS

El caso seguiría oculto si no hubiese un dato:

 

Jorge López Portillo es acusado de contratos indebidos y daños patrimoniales al Estado por cien millones de pesos, razón por la cual se plantea el pago de 150 millones.

 

La justicia decidirá esa acusación, como ha señalado el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.

 

El tema de esta columna es otro.

 

López Portillo fue destituido en diciembre de 2014, y en su lugar se designó a Jorge Guillermo Esquivel Esquivel, un funcionario con historial panista y datos poco confiables.

 

Esquivel Esquivel estuvo a cargo del órgano de control de la llamada Estela de Luz, ese mamotreto construido en Paseo de la Reforma para conmemorar el 200 aniversario de la Independencia y cien de la Revolución Mexicana.

 

Él llevó a otros colaboradores suyos, todos panistas y todos con un pasado poco recomendable, como Rubén Elías Rayón, otro de los superintendentes de la Estela de Luz.

 

Y si con ellos, Exportadora de Sal no marcha bien, las acciones de limpia afectan hasta el aspecto sindical.

 

Se corrió al dirigente Juan Álvaro Medina, y en su lugar llegó el cronista Luis Martín Pérez Murrieta.

 

Y si se investiga más lejos, hay una mano que mece el manejo de ESSA: Guillermo Cantú Suárez, coordinador general de Minería y ex asesor del también panista Ernesto Cordero.

 

LA CHAROLA DE ACEVES DEL OLMO

 

Los dirigentes cetemistas están espantados.

 

Su líder máximo, Carlos Aceves del Olmo, le pide dinero porque una de sus hijas viajó al extranjero y regresó con la idea de formar un patronato para proteger a niños de la calle.

 

El jerarca reunió hace un mes a dirigentes de centrales.

 

-Qué bien –dijeron algunos.

 

-Sí, pero necesito su apoyo.

 

Un hecho inédito, pero Aceves del Olmo no es Fidel Velázquez, Leonardo Rodríguez Alcaine y ni siquiera Joaquín Gamboa Pascoe.