LA PAZ. El gobierno de Evo Morales mantiene su presión sobre la prensa opositora. En medio de una larga batalla contra ciertos medios, el presidente de Bolivia pidió por “otro periodismo” que “informe la verdad”.
Cada periodista que critica al Gobierno queda automáticamente en el foco del jefe de Estado.
Un periodista fue obligado a retractarse por orden judicial, mientras que otra comunicadora recibió la orden por un tribunal de ética.
El periodista Humberto Vacaflor, reconocido periodista boliviano, tuvo que desdecirse por orden de un juez tras afirmar en una entrevista de TV que Morales fue uno de los autores intelectuales del asesinato de un policía antidrogas y de su esposa en el año 2000.