Seis militares murieron y ocho resultaron heridos en una emboscada a un convoy del Ejército mexicano presuntamente perpetrada por los hijos del capo Joaquín “el Chapo” Guzmán para rescatar a un detenido que era trasladado a un hospital de Culiacán, Sinaloa, informaron hoy fuentes oficiales.
El coordinador de Seguridad Pública del estado de Sinaloa, Moisés Melo, dijo que los sicarios esperaban en Culiacán la llegada de una ambulancia procedente del municipio de Badiraguato que trasladaba a un detenido herido.
La unidad, que era custodiada por un convoy del Ejército, fue interceptada por el comando armado, que abrió fuego con rifles Barret y AK 47 y granadas.
En el lugar fallecieron cuatro soldados, uno más durante el traslado al hospital y otro murió en el nosocomio.
Ocho militares resultaron heridos, así como un socorrista de la Cruz Roja, que se encuentra grave.
El comando incendió dos vehículos castrenses y se llevó en la ambulancia al detenido, identificado como Julio Óscar Ortiz Vega, alias “el Kevin”, reveló hoy el comandante de la Tercera Región Militar, Alfonso Duarte, en conferencia de prensa.
“Es muy probable de que a partir de la detención de Julio Óscar Ortiz Vega se hayan comunicado aquí a Culiacán para esperarlo” en el lugar donde se llevó a cabo la emboscada, apuntó.
Sobre los autores, Duarte dijo que “es muy probable que sean los hijos del Chapo”.
Según fuentes de la Agencia Estadounidense de Drogas (DEA), Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán asumieron el liderazgo del cártel de Sinaloa tras la recaptura del Chapo en enero pasado.
En la rueda de prensa, el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, prometió “investigar a fondo para que este atentado no quede impune”.
Por la noche, el gobernador desmintió un rumor en redes sociales que señalaba que se había decretado “Toque de queda” en la capital del estado tras los hechos de violencia.
“Está circulando FALSA INFORMACIÓN. No existe toque de queda en Sinaloa, ES MENTIRA. Le pido a la población mantener la calma”, dijo López Valdéz en un mensaje.
La violencia ha aumentado en las últimas semanas en Sinaloa, cuna de los grandes capos del país, como Joaquín Guzmán.
El domingo pasado fueron hallados en Mazatlán los cuerpos de seis hombres asesinados a tiros, un crimen que el fiscal del estado, Marco Antonio Higuera, atribuyó al cártel de los hermanos Beltrán Leyva, que se disputa el puerto con el cártel de Sinaloa.