MADRID. Tras la renuncia de su líder, Pedro Sánchez, el Partido Socialista español (PSOE) dispone de tres semanas para decidir si permite al conservador Mariano Rajoy formar un nuevo gabinete, en medio de un bloqueo político que ya lleva nueve meses.
El PSOE está ahora en manos de una comisión gestora que deberá convocar un nuevo comité federal, su órgano directivo entre congresos, para que éste decida si pasa del “no” a Rajoy que mantuvo Sánchez a una abstención que conceda el gobierno al Partido Popular.
Sánchez dimitió a la secretaria general del PSOE tras perder la votación que propuso al Comité Federal de su partido en busca de un aval a su plan de intentar un gobierno alternativo al de Rajoy. El sector crítico se impuso en una lucha interna que tendrá consecuencias para el futuro del histórico partido español y de cara a evitar unas terceras elecciones generales.
Por imperativo constitucional, el próximo 31 de octubre se disolverá automáticamente el Parlamento para dar paso a unas terceras e insólitas elecciones generales. El sector crítico del PSOE, que forzó el sábado la salida de su secretario general, se mostró partidario de facilitar el gobierno a Rajoy tras rechazar uno alternativo que debería contar con la coalición de izquierda Podemos y el apoyo de algún diputado separatista.
Hasta el 31 de octubre, el Rey Felipe VI tendría que abrir rondas de consultas con los representantes de los partidos parlamentarios para encargar la formación de gobierno al candidato que cuente con suficientes apoyos.