El secretario de Finanzas de la CDMX, Edgar Amador Zamora, se reunió con diputados integrantes de las Comisiones Unidas de Hacienda y Presupuesto y Cuenta Pública de la Asamblea Legislativa con el fin de entregar y exponer el diagnóstico de la deuda pública de la Ciudad de México.

 

Lo anterior, con el objetivo de analizar la evolución de la deuda pública y trabajar en el tema ante el recorte presupuestal anunciado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

 

Durante la reunión, el funcionario manifestó que para gozar de finanzas públicas sanas se requiere de un conjunto de estrategias coordinadas que permitan fortalecer los ingresos de la ciudad, eficientar el gasto público y evitar que la deuda se convierta en un lastre para los contribuyentes.

 

Edgar Amador Zamora expuso que, si bien el saldo global de la deuda de las Entidades y Municipios se ha incrementado de manera notable en los últimos años (42.4% en términos reales), el endeudamiento de la CDMX ha sido responsable e incluso su crecimiento ha sido menor que el mostrado en sus ingresos propios.

 

Por lo anterior, el saldo de la deuda pública de la ciudad como proporción de la suma del endeudamiento de todas las Entidades Federativas ha disminuido su participación al pasar de 16.7% en 2010 a 12.9% al mes de junio de 2016; cabe señalar que durante el periodo 2013 a 2016, la deuda pública de la CDMX ha crecido 0.6% en términos reales.

 

Asimismo, el saldo de la deuda de la CDMX en 2015 representó apenas el 2.5% del PIB de la ciudad, mientras que al mes de junio de 2016 disminuyó a 2.2%, muy por debajo del promedio de las entidades que se encuentra en 2.9%.

 

Del saldo total de endeudamiento de la ciudad, 55% se encuentra a una tasa de interés variable y el restante 45% fue contratado a tasa de interés fija, la tasa de interés promedio de la deuda se ubica en 5.6%, ligeramente superior al promedio nacional de 5.2%.

 

La deuda de la CDMX es ejemplo de transparencia y rendición de cuentas, pues es auditada por la Auditoría Superior de la Ciudad de México, la Auditoría Superior de la Federación y auditores externos.

 

Finalmente, gracias a este conjunto de acciones, la CDMX mantiene la más alta calificación de su deuda por parte de las calificadoras Fitch y Moody’s: