COPENHAGUE. El presidente sirio, Bachar al Asad, ratificó su decisión de continuar con la batalla sobre Alepo hasta echar a los “terroristas” de la ciudad y tachó de “propaganda” las fotografías de niños víctimas de los bombardeos difundidas por los medios occidentales.

 

Según la transcripción de una entrevista con la televisión danesa TV2, Asad lamentó que se rompieran las conversaciones entre EU y Rusia, pero, dijo, sabía de antemano que no iban a funcionar porque se necesita voluntad y “los estadounidenses no tienen voluntad de llegar a ningún acuerdo”.

 

Alcanzarlo, explicó, supone combatir a los terroristas del Frente de Conquista del Levante (antiguo Frente Al Nusra), que, según Asad, en el conflicto sirio es “la baza” de EU.

 

En su opinión, la existencia de una “oposición moderada” en Siria es un “mito” como el del unicornio y para avanzar hacia una solución política es necesario primero acabar con los terroristas.

 

El presidente sirio dejó claro que los enfrentamientos en Alepo continuarán “hasta que los rebeldes abandonen” la ciudad e insistió en que la “terrible” situación que se vive no está causada por su gobierno, sino por los “terroristas”.

 

Preguntado por las imágenes de hospitales bombardeados, señaló que no hay datos y puntualizó que eso “puede ser manipulado hoy en día”.

 

Los hospitales, como otros lugares donde hay civiles, tienen “inmunidad”, y atacarlos, reconoció, sería un crimen de guerra, según la legislación internacional.