Durante la recién terminada Semana de la Moda de París, en el Pavillon Vendôme de la prestigiosa plaza que lleva el mismo nombre se llevó a cabo un evento singular y especial: The blind fashion show, un desfile de ciegos contra la discriminación.

 

La propuesta llegó a París tras haber triunfado en Nueva York, donde consiguió concienciar al público de lo que queda por hacer para normalizar la integración de los que sufren alguna minusvalía y ampliar las posibilidades de personas diferentes en esta actividad complicada y competitiva.

 

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Detrás del proyecto está Myriam Chalek, de la agencia neoyorquina Creative Business House, que también organizó el Dwarf Fashion Show, para personas bajas de estatura, celebrado en 2015 en las principales capitales del mundo.
“Esta es la primera vez que se celebra en París durante la Semana de la Moda un desfile para personas ciegas”, explicó Doudna, que ayudó a Chalek en la organización.

 

A Doudna, que prefiere no desvelar su apellido, le resulta flagrante que “la moda excluya a personas diferentes y a los que sufren alguna minusvalía”.

 

MODELOS FUERA DE LO COMÚN

 

Las modelos son jóvenes ciegas, no profesionales, que no entran en los cánones de belleza: ni tienen tallas 34 ó 36 ni miden 1.80 metros. Fueron reclutadas en Estados Unidos, aunque entre ellas también había una francesa y una mexicana que lucieron diseños creados a medida especialmente para cada una de ellas. Cecilia, con sólo 19 años, participó en el desfile después de haber formado parte también del elenco de Nueva York.

 

“Pienso que este show es muy importante porque da un mensaje que nunca antes se había dado, y es que las personas ciegas pueden hacer lo mismo que todos los demás, pero de una forma diferente”, aseguró.

 

 

Los diseños que vistieron las 10 chicas que participaron en el desfile estaban cargados de lentejuelas y colores en una colección de fiesta con cierto aire de fantasía. Pero la idea no estaba tanto en los diseños como en dejar un hueco a aquellos que se salen de los estereotipos que dicta la industria.

 

La única adaptación que requirió el desfile fue un hilo colocado en mitad de la pasarela que ayudaba a guiar las modelos durante la muestra ante el público y los fotógrafos.

 

 

Mientras la maquillan en el backstage de la pasarela, Cecilia contó su gusto por la moda, que para ella es “una forma que tiene cada individuo de expresarse, un arte” en el que en esta ocasión pudo dejar su propia huella.