WASHINGTON. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, criticó hoy al candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, por “menospreciar a las mujeres”, tras el escándalo del vídeo en el que se escucha al magnate hacer comentarios vulgares y machistas.
“Menosprecia a las mujeres, degrada a la mujeres, pero también a las minorías, los emigrantes, gente de otras religiones. Se burla de los discapacitados, insulta a nuestras tropas, a nuestros veteranos”, afirmó Obama en un acto de recaudación de fondos para el Partido Demócrata en Chicago.
“No le importan mucho los valores básicos que intentamos impartir a nuestros niños”, subrayó el presidente.
El presidente calificó la “increíble retórica” de Trump como “una de las más alarmantes cosas de estas elecciones”.
“No tengo necesidad de repetirla. Hay niños en la sala”, bromeó el mandatario.
A su juicio, esa retórica da a entender que Trump “es lo suficientemente inseguro e intenta encumbrarse a base de rebajar a otras personas”.
“No es una cualidad de carácter que yo aconsejaría para alguien en el Despacho Oval”, indicó el presidente, quien cree que el magnate “sería poco cuidadoso con el civismo y el respeto que una verdadera democracia vibrante requiere”.
El presidente, que pidió el voto para la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, hizo esas declaraciones tras la polémica desatada por un vídeo de 2005, en el que se puede oír a Trump hacer comentarios sexuales muy vulgares sobre las mujeres.
Los líderes más destacados del Partido Republicano han condenado con rotundidad las palabras ofensivas del empresario neoyorquino, al tiempo que numerosos legisladores conservadores y nombres históricos de la formación han pedido su dimisión o le han retirado su apoyo.
El multimillonario, que emitió un videomensaje en la madrugada del sábado para pedir disculpas, ha rechazado renunciar a sus aspiraciones presidenciales.
Trump se enfrenta esta noche en San Luis (Misuri) a Clinton en su segundo debate presidencial televisado, que muchos expertos ven como la última oportunidad del empresario para enderezar una campaña que parece haber tocado fondo con el escándalo del vídeo.