La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destacó las reformas hechas por México para combatir la corrupción, mejorar la rendición de cuentas y fortalecer la transparencia, y estimó que ahora la atención está en su implementación.

 

El secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría Treviño, consideró que el programa de reformas que México ha emprendido para combatir la corrupción, reforzar la rendición de cuentas y promover la integridad y la transparencia en todo el país “se encuentra en su momento decisivo”.

 

Con la promulgación de la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) el 18 de julio pasado, se han sentado los fundamentos jurídicos que sostendrán las reformas, “ahora la atención es implementar, implementar, implementar, no necesariamente en ese orden”.

 

“La arquitectura para fortalecer la integridad y combatir la corrupción en México de manera decidida ya la contamos, ya está ahí, ahora la tenemos que hacer funcionar. Cuenten para ello con todo el apoyo que la OCDE pueda brindar”, añadió.

 

De ello dependerá que las reglas del juego en materia de combate a la corrupción y el fortalecimiento de la rendición de cuentas para el buen gobierno resultan en un cambio de la dimensión que el país exige, subrayó.

 

“Hay una percepción de que esta es una de las grandes necesidades que tiene el país”, agregó en la presentación del estudio de la OCDE “El Sistema Nacional de Fiscalización en México. Fortaleciendo la rendición de cuentas para el buen gobierno”.

 

Estimó que el tema de la transparencia, la integridad y la lucha contra la corrupción, es uno de los factores de buen gobierno que se requiere incluso para que tenga éxito la colección “impresionante, importante y sin precedente” de reformas estructurales aprobadas en los primeros dos años de este gobierno, las cuales están en implementación.

 

La Auditoría Superior de la Federación (ASF), junto con otros actores clave para la rendición de cuentas, será determinante para lograr estos objetivos, destacó ante el titular de este organismo fiscalizador, Juan Manuel Portal, con quien sostuvo una reunión de trabajo previa.

 

Gurría Treviño señaló que la ampliación de mandato de la ASF y sus nuevas facultades son un ejemplo del papel cada vez más importante que están desempeñando las entidades fiscalizadoras superiores en todo el mundo, y muestra de que México ha adoptado un enfoque sistémico para mejorar la integridad y la rendición de cuentas.

 

Tomando en cuenta la trascendencia de estos cambios, dijo, la OCDE llevó a cabo un estudio sobre el Sistema Nacional de Fiscalización (SNF), en el cual constata que en su estructura actual, éste responde al objetivo de lograr una supervisión más coherente.

 

Asimismo, una mejor formulación de políticas públicas por medio de una coordinación reforzada entre las entidades de fiscalización nacionales y subnacionales, refirió.

 

La OCDE, dijo, también encontró áreas de oportunidad para que los principales actores de la rendición de cuentas, como la ASF, los legisladores y la sociedad civil, puedan superar los desafíos asociados a la aplicación de las reformas aprobadas en la materia y velar por su adecuada implementación.

 

Una de las recomendaciones de organismo es que la ASF aproveche sus oportunidades estratégicas y sus ventajas comparativas con el fin de evitar la duplicación de tareas y fortalecer los mandatos que se tienen.

 

Gurría Treviño apuntó que el SNF puede tomar la iniciativa para llenar algunas “lagunas” legales, políticas y de implementación, pues siguen existiendo oportunidades, sobre todo respecto de la independencia y la capacidad de las entidades de fiscalización subnacionales en México.

 

Refirió que la mayor parte del gasto se ejerce a nivel de las entidades estatales y municipales; por ello tenemos ahí para asegurar su buena aplicación, ya que las entidades de fiscalización en estados y municipios salen “regularcito” en su autonomía.

 

Informó que tres cuartas partes de las entidades de fiscalización subnacionales obtuvieron una calificación de 5 o menos en autonomía, en una escala del 1 al 10, según el Instituto Mexicano para la Competitividad y la Universidad de Guadalajara.

 

Expuso que en su estudio, la OCDE considera que la ASF es un actor clave para la rendición de cuentas y puede adoptar medidas que le permitan responder a su mandato ampliado de manera aún más eficaz.

 

Gurría Treviño mencionó que otra de las recomendaciones para fortalecer la rendición de cuentas y consolidar un enfoque sistémico será indispensable implicar a otros actores como el Congreso y la sociedad civil.

 

“La Auditoría Superior de la Federación es un actor clave en esta nueva etapa a favor de la integridad, el combate a la corrupción, la rendición de cuentas y la transparencia. Hagamos realidad su mandato como líder natural dentro del SNF y como vínculo entre el sistema de fiscalización y los sistemas nacionales anticorrupción y de transparencia”, subrayó.

 

En entrevista posterior, Gurría Treviño reiteró que México no necesita crear un Consejo Fiscal, como recomienda el Fondo Monetario Internacional (FMI), pues ya cuenta con mecanismos en la materia para poder controlar la deuda pública y los déficits, entre otros indicadores.

 

Apuntó que estos mecanismos ya están construidos en las leyes, y su fortalecimiento depende de los propios auditados, de los interesados, de los que ejecutan el gasto, del gobierno y también del Congreso.

 

Sobre si las elecciones presidenciales en Estados Unidos representan un riesgo para la economía mexicana, insistió que los discursos anti libre comercio son un problema más generalizado e importante que se ha dicho en estos comicios.

 

“Hay un problema en contra de la globalización, y un tono en contra del comercio como representante de la globalización en el mundo entero”, añadió el secretario general de la OCDE.

 

Ratificó que la globalización está perdiendo la batalla ante la opinión pública, pues no se ha sabido explicar por qué el libre comercio es bueno para la economía mundial y para las personas.

 

“Estamos perdiendo la batalla de la comunicación, porque a la globalización hoy le echamos la culpa de todo lo malo que sucede, cuando en el fondo tenemos que revisar las políticas públicas de cada país”, subrayó.