De 2013 a la fecha, la Fed ha insistido en ir normalizando su tasa de interés conforme las condiciones de su economía lo permitan. Desde esa fecha, aún con el ex presidente Ben Bernanke y por diferentes circunstancias hasta hoy, la institución ha subido una vez en diciembre la tasa de referencia sólo 25 puntos base.
Vimos cómo en la minuta de la reunión pasada del 29 de septiembre, algunos de los miembros hablaron de que la Fed está más cerca de subir tasas de interés. Las probabilidades en el mercado rondan 70% para aumentarla en diciembre próximo 25 puntos base.
En esta minuta se destaca la división al interior del organismo. Tres funcionarios con derecho a voto consideraron que la economía estadunidense se sigue fortaleciendo, apoyado por el mercado laboral y el sector servicios, mientras que siete miembros consideran prudente esperar a que haya más evidencia de que la economía se expande de manera consistente.
El cuerpo técnico del Banco Central recortó sus estimaciones para el crecimiento de Estados Unidos en el corto plazo. Sin embargo, funcionarios de la Fed debatieron el impacto de un menor crecimiento mundial y la verdadera capacidad de la Fed para reaccionar.
El estatus del empleo es positivo para una economía que crece a ritmos cercanos a 2.0% anual. Registra un promedio en los últimos 12 meses de creación de 205 mil plazas, una tasa de desempleo que presenta niveles de 5.00% y las solicitudes por seguro de desempleo que se desarrollan alrededor de las 250 mil en un rango de 240 a 300 mil solicitudes acorde a un crecimiento moderado.
En cuanto a la inflación, durante 2015 y parte de 2016, la inflación al productor se mantuvo en zona de deflación, lo que tuvo a la Fed dentro de una política aún “expansiva”. Hoy, los precios han salido de esta zona apoyados por la recuperación en los costos del petróleo, que durante el presente año han recuperado más de 30% y junto con el movimiento de alza en alimentos, genera que la inflación al consumidor vaya encaminándose hacia el objetivo de la Fed en 2.0%. Se estima en el mercado que esta inflación al cierre de 2016 se ubique arriba de 1.5%.
Estas dos variables críticas y esenciales para la Fed muestran condiciones para ir subiendo la tasa de interés. No hacerlo da señales claras de que la economía no está lo suficientemente fuerte y el riesgo de una desaceleración por depender en mayor medida de las circunstancias mundiales llevará a inversionistas y analistas a considerar condiciones más defensivas en los portafolios. Por el otro lado, los miembros de la Fed perderán credibilidad, porque en una reunión hay confianza de un alza futura y a la siguiente existen algunos temores.
La parte internacional es importante, de eso no hay duda, y existen algunos eventos trascendentales como China, que recientemente dio a conocer una balanza comercial debilitada y una moneda que sigue su depreciación, un sector bancario en medio de un alto endeudamiento empresarial y exceso de capacidad; los bancos europeos, como el Deutsche Bank, que requieren de un aumento de capitalización rápido al igual que bancos italianos; Japón, que no puede salir de su estancamiento y el tema del Brexi, que, poco a poco, al acercarse los tiempos para dar inicio al proceso de “salida” de Reino Unido con la Unión Europea seguirán dando dolores de cabeza.