OVIEDO. El fotoperiodista estadunidense James Nachtwey, ganador del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016, afirmó hoy que hay que afrontar las imágenes difíciles de lo que pasa en el mundo para buscar soluciones.
“Causa dolor ver lo que está pasando en el mundo, estamos obligados a ver esas imágenes, porque sino las vemos nunca podremos solucionar esas tragedias”, indicó Nachtwey, premiado como uno de los mejores reporteros gráficos de guerra de las últimas décadas.
Sostuvo que quienes prefieren no ver esas imágenes por el dolor podrían preguntarse por qué se sienten así y por qué no quieren saber lo que está pasando.
“La fotografía ocupa un lugar muy concreto dentro de una matriz más completa dentro de la información, esto es lo que en su momento llega a la masa crítica”, dijo.
Anotó que no hay un solo sujeto, una sola persona que pueda cambiar el mundo sin ayuda de los demás. “Somos todos juntos con un compromiso a largo plazo de provocar el cambio y sin el esfuerzo y el trabajo de los periodistas no podría pasar”, anotó.
Nachtwey, de 68 años, fue consultado sobre si se contrapone al trabajo de los fotoperiodistas el hecho de que ciudadanos comunes, con sus teléfonos móviles, puedan dar información sobre lo que pasa en algunos sitios.
“Los gobiernos pueden impedir o evitar que los periodistas no estemos, basta con poner visado, con ponernos patrullas para no entrar a la zona, hay muchas vías para evitarlo, por eso son ahora los ciudadanos de a pie, con tecnologías útiles los que lo están haciendo”, anotó.
Resaltó que “no creo que estén usurpando o sustituyendo a periodistas calificados, creo que ahora estamos coexistiendo con ellos, las fuentes de información se han ampliado”.
Sin embargo, pidió recordar, en una situación de perspectiva, quiénes son los periodistas, que son personas cualificadas, con gran experiencia y responsables ante un código ético profesional.
“Muchas de las fotos hechas por móviles no sabemos quién las ha hecho, qué objetivo pueden tener, o ante quién responde dentro de un código ético”, resaltó.
Expuso que son útiles “porque nos muestran cosas”, pero debemos hacernos preguntas y tener nuestras reservas ante lo que estamos viendo.
Nachtwey estudió Historia del Arte y Ciencias Políticas en el Dartmouth College, donde se graduó en 1970.
El impacto de las imágenes de la guerra de Vietnam y del movimiento por los derechos civiles de su país fue determinante en su decisión de convertirse en fotógrafo.
Habló sobre la influencia que tuvo en él Francisco de Goya. “La influencia de Goya es algo muy temprano para mí, pude observar la guerra a través de esas imágenes y ahí se formó mi opinión del mundo, teniendo en cuenta lo que contaban los fotógrafos y lo que decían los políticos”.
Recordó que cuando acabó la carrera, fue al Museo del Prado, y vio la serie de “Los desastres de la guerra”, profundamente emocionado por como Goya había representado la guerra con una sensación de inmediatez, demostrando naturaleza bárbara, mucho antes de la invención de la fotografía.
“Para mí es el patriarca de la fotografía de guerra, transmitía una sensación de inmediatez y cuando me enfrenté a la obra de Goya decidí convertirme en fotógrafo de guerra”, concluyó.