TIJUANA. Por sorpresa tomó a los habitantes de Tijuana la llegada de miles de haitianos a la ciudad, situación que ha puesto en jaque a una sociedad civil acostumbrada a apoyar a las personas que sueñan con una vida mejor en Estados Unidos.
Leonardo Martínez Salesiano, sacerdote encargado del desayunador Padre Chava, explicó a 24 HORAS que esta crisis comenzó desde mayo, cuando empezaron a llegar a Tijuana cientos de haitianos procedentes de Brasil.
“Tenemos una situación que nos sobrepasó en número. Tenemos a 160 haitianos, la mayoría mujeres y niños, que vienen desde Brasil”, señaló.
La sobre vivencia de este hogar se ha dado por medio de donaciones de alimentos y ropa, las cuales van directo a todo aquel que llega al lugar en busca de refugio.
Sobre las necesidades del albergue, ubicado en Melchor Ocampo 700, en el centro de Tijuana, el religioso aseguró que requieren “artículos de limpieza, ropa interior, preferentemente nueva, para niños, hombres y damas. Café, azúcar que es lo que más se ocupa, porque preparamos mil 500 desayunos diarios. También voluntarios que quieran sumarse a trabajar en el servicio del comedor de la mañana, en recibir las donaciones que van llegando, organizar las bodegas, en atención directa con los haitianos, en venir a ocupar el tiempo libre que tienen”.
Crisis migratoria
El padre Martínez comentó que los caribeños pasan por una situación diferente a los migrantes centroamericanos, ya que la gran mayoría no habla español, lo cual vuelve complicado saber sus historias o inquietudes, pero de lo que está seguro (por las pocas conversaciones que ha sostenido en el albergue (es que salieron de su país de origen rumbo a Brasil en busca de una mejor vida y, al no encontrarla, ahora su destino es Estados Unidos, por lo que necesariamente pasan por Tijuana.
Originalmente, este desayunador sólo se encarga de dar alimentos matutinos a migrantes e indigentes, pero debido a la crisis tuvieron que adoptar medidas más drásticas al enterarse de que mucha gente se quedaba dormida en la calle.
Martínez explicó que en los seis meses que lleva la crisis han atendido a alrededor de tres mil haitianos, la mayoría sólo pasan unos días en el lugar, para luego irse sin saber exactamente a dónde.