Greta Thunberg rechazó el Premio al Medio Ambiente 2019 otorgado por el Consejo Nórdico. “Es un gran honor, pero el movimiento climático necesita más que premios; necesita que los políticos y las personas en el poder comiencen a hacer caso a los científicos y tener mejor disposición para actuar”.
La activista sueca, de 16 años, agradeció en una breve declaración en redes sociales al Consejo Nórdico por el galardón, ya que los países nórdicos tienen una gran reputación en todo el mundo cuando se trata de cuestiones climáticas y medioambientales.
Señaló que no alardea al hablar de la reputación de los países nórdicos, “pero cuando se trata de nuestras emisiones reales, de nuestras huellas ecológicas per cápita, de nuestro consumo, nuestras importaciones y la aviación, entonces se trata de otra historia”.
Greta, quien está en California, dijo que “en Suecia vivimos como si tuviéramos cuatro planetas, según la World Wild Foundation y Global Footprint Network. Y lo mismo ocurre en toda la región nórdica”.
En Noruega, por ejemplo, el gobierno otorgó recientemente un número récord de permisos para buscar más petróleo y gas. Se espera que el recién abierto campo de petróleo y gas natural “Johan Sverdrup” produzca petróleo y gas natural durante 50 años, que generarían grandes emisiones globales de CO2.
La brecha entre lo que la ciencia dice que debe hacerse para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 1.5 grados centígrados y la política que dirige a los países nórdicos es gigantesca, y aún no hay signos de que vayan a darse los cambios requeridos, señaló la joven activista.
El Acuerdo de París, que todos los países nórdicos firmaron, se basa en el aspecto de la equidad, lo cual significa que los países más ricos deben liderar el camino, porque son los que tienen la posibilidad de hacer más.
Sin embargo, “nuestros países no han hecho nada”, insistió Thunberg, cuyo movimiento Fridays for Future (Viernes para el Futuro) para frenar el cambio climático es seguido por millones de jóvenes en varias partes del mundo.
“Hasta que comiencen a actuar de acuerdo con lo que dice la ciencia, respecto a la necesidad de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5 grados centígrados, el movimiento Fridays for Future en Suecia y yo decidimos no aceptar el Premio Ambiental del Consejo Nórdico, ni el premio en metálico de 500 mil coronas suecas (66 mil 714 dólares)”, concluyó.
Greta no acudió a la gala celebrada la noche del martes en Estocolmo. El presidente del Consejo Nórdico, Has Wallmark, señaló que se respetaba la decisión de la joven ecologista, cuyo movimiento consideró “una buena causa para todos”.
El jurado argumentó que decidió conceder el premio a ella “por dar nueva vida al debate sobre el medio ambiente en un momento crítico de la historia mundial”, además de que logró ser escuchada, por líderes políticos y la población en general, en poco tiempo y para varios es un referente de inspiración.
Greta decidió comenzar su protesta el 20 de agosto de 2108 debido a la inacción del mundo ante la crisis climática y al frente de Friday for Future saltó a la fama con su “huelga de la escuela”. Desde entonces todos los viernes cambia las aulas por las calles.
Su rostro ha dado la vuelta al mundo, ha sido recibida por líderes mundiales y ha intervenido en conferencias de alto nivel sobre cambio climático, incluso su nombre sonó en las apuestas para el Premio Nobel de la Paz.
Su activismo, con millones de seguidores, jóvenes en su gran mayoría, le ha valido este año el reconocimiento con galardones, entre ellos el Premio Internacional de la Paz de los Niños y el “Nobel Alternativo” por “haber inspirado y encarnado las reivindicaciones políticas a favor de una acción climática urgente conforme a los datos científicos”.
PAL