Realizar alrededor de 150 minutos de actividad física moderada a la semana podría evitar que las personas lleguen a padecer diabetes tipo 2, sugiere un nuevo estudio publicado en la revista “Diabetología”.
En un comunicado emitido por la publicación, el coautor del estudio, el doctor Soren Brage, destacó que la investigación muestra que realizar un poco de actividad física es bueno, y que entre más se haga es mejor.
Dicho documento plantea que en la actualidad, los lineamientos sobre actividad física en Estados Unidos y el Reino Unido recomiendan hacer 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa por semana.
El ejercicio puede incluir andar en bicicleta, caminar o practicar diferentes deportes; sin embargo, según los centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), menos de 50 por ciento de los adultos estadounidenses siguen estas recomendaciones.
Gracias a la vasta cantidad de información disponible, los investigadores pudieron estudiar los efectos del ejercicio y examinarlos de forma independiente a otros factores conductuales, como la dieta y el tabaquismo, método diferente a otros estudios.
Los especialistas hallaron que cualquier ejercicio es benéfico para combatir la diabetes, pero los individuos que excedieron la recomendación de 150 minutos fueron los que obtuvieron los mayores beneficios.
Por ejemplo, si una persona anda en bicicleta o camina de forma enérgica durante 150 minutos cada semana reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 hasta en 26 por ciento; además, las personas que hacen ejercicio moderado o vigoroso durante una hora diaria redujeron su riesgo en 40 por ciento.
Mientras que las personas que no alcanzaron su meta de 150 minutos, cualquier cantidad de actividad física redujo su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, aunque en un grado menor.
“Nuestros resultados sugieren el gran potencial que tiene la actividad física para frenar o revertir el incremento global de la diabetes tipo 2”, señaló la autora principal del estudio, Andrea Smith.
La especialista añadió que estos ejercicios deberían ser de gran utilidad para mostrar el impacto que tiene en la salud, lo cual con frecuencia forma parte de la evidencia para tomar decisiones sobre políticas de salud.
En el estudio se menciona que durante mucho tiempo, el ejercicio reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2; sin embargo, ahora tenemos una imagen más clara de las cifras exactas detrás de este efecto.
“Estos nuevos resultados profundizan nuestro entendimiento sobre cómo los cambios en los niveles de actividad física en las poblaciones podrían impactar la incidencia de la enfermedad”, detalló el doctor Brage.
El estudio fue resultado de un trabajo colaborativo entre dos instituciones británicas, la Universidad College London y la Universidad de Cambridge, las cuales recabaron datos de más de un millón de personas en Estados Unidos, Asia, Australia y Europa.
jram