Los sobrevivientes de cáncer de mama deben llevar una dieta sana y hacer ejercicio para evitar que la enfermedad reincida en el organismo, aseguró un especialista del Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”.
La obesidad y sedentarismo son dos factores de riesgo que promueven la aparición de la neoplasia; sin embargo, son factores que se pueden modificar, afirmó el médico cirujano y titular de la Subdirección de Medicina del Deporte del Instituto, José Gilberto Franco Sánchez.
Mantenerse con su peso indicado y en forma física son dos condiciones importantes que aún no se abordan de manera científica en esta población, comentó Franco Sánchez.
Con este antecedente, la Subdirección de Medicina del Deporte inició hace tres años una nueva línea de investigación dirigida a sobrevivientes de cáncer de seno.
Mencionó que es así que dicha área diseñó una herramienta de tipo orientativo dirigida a sobrevivientes del cáncer de mama, la cual les permite iniciar la adopción de un estilo de vida saludable a través de la práctica regular de actividades físicas.
“Una vez que las mujeres diagnosticadas terminaban con sus terapias, no tenían una actividad de seguimiento y rehabilitación posterior”, afirmó.
“Vimos la necesidad de dar rehabilitación del cinturón escapular que queda con la excavación de haber quitado el pecho y con ello saber qué pasa con la atrofia de los músculos, linfedemas y las imposibilidades a las que están expuestas”, agregó.
El médico describió que el término de sobreviviente de cáncer hace referencia a pacientes que estuvieron por lo menos un año sin tratamiento quirúrgico y oncológico.
Las personas interesadas en formar parte de este proyecto deben ser declaradas por su médico como libres de la enfermedad, apuntó el especialista.
“Si la paciente cumple con los criterios de admisión para un protocolo de investigación específico y da su consentimiento firmado, se somete a una serie de evaluaciones radiológicas, de laboratorio, de inmunología, de esfuerzo y de capacidad aeróbica”, puntualizó el cirujano.
El modelo, que se encuentra en la primera etapa de implementación, tiene una duración de 25 semanas con 95 sesiones de ejercicios y se desarrolla con seguimiento médico, deportivo, nutricional y psicológico, a través de citas programas.
“La idea es observar los aspectos biológicos, nutricionales y psicológicos de este tipo de pacientes. El proyecto nos ha dado una riqueza muy grande de datos que nos permiten ver cómo estas personas deben ser tratadas posterior a la mastectomía”, señaló.
El médico dijo que uno de los objetivos es que el modelo propuesto por la Subdirección de Medicina del Deporte del INRLGII pueda replicarse en otras instituciones, con la idea de evitar un cáncer recurrente o la propagación del mismo.