La distribución de productos derivados del cannabidiol en México para los pacientes que han obtenido la autorización de la Cofepris no ha dejado por ahora ganancias para HempMeds. Sin embargo, la empresa prevé que 2017 sea un mejor año, pues espera que la regulación de este tipo de fármacos abra la puerta para que estén disponibles, incluso en los servicios de salud pública.
“La empresa ha hecho algunas relaciones para buscar que si se regula el Gobierno pudiera pagar por estos productos para que el servicio de salud los entregue a los pacientes”, señaló en una entrevista Dion Markgraaff, presidente de la empresa en México.
Los 120 permisos que en 10 meses ha otorgado la Cofepris para la importación de un producto derivado del cannabidiol han dejado ganancias de unos 80 mil dólares a la compañía responsable de la distribución en México del fármaco de aceite de cannabidiol producido por la farmacéutica Medical Marijuana, con sede en San Diego, California.
No obstante esa cifra, HempMeds ha destinado unos 300 mil dólares a la operación y promoción en México, que incluye la vinculación y capacitación de la comunidad médica para informarles sobre el producto y sus propiedades. Esto a través de varios seminarios sobre cannabis médico en Cancún, Tijuana, Monterrey, y hace una par de semanas en la Ciudad de México.
“Pensamos que el próximo año será mejor. Esperamos que el gobierno legalice estos productos, como ocurre en Estados Unidos, donde se venden como suplementos alimenticios”, señaló Dion Markgraaff.
Con el aval de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la empresa importa aproximadamente 80 frascos al mes del fármaco RSHO-X, derivado del cannabidiol y sin el componente psicoactivo conocido como THC.
En paralelo a la discusión sobre el uso lúdico de la mariguana, la regulación del empleo medicinal de productos a base de cannabidiol abriría un mercado estimado en casi dos mil millones de dólares, considerando su uso para el tratamiento de los síntomas de enfermedades como el cáncer, parkinson, entre otras, además de la epilepsia y la diabetes que hasta ahora son las únicas que cuentan con la autorización de la Cofepris.
En espera de la regulación, HempMeds mantiene sus planes de expansión en el país, que incluyen la apertura de oficinas en la ciudad de Monterrey, y recientemente la designación de Carlos González como CEO y director de Operaciones de la compañía, quien estará a cargo de los procesos de importación. Esto, además de trasladar la producción a territorio mexicano en un futuro próximo.
Industria californiana
Medical Marijuana es una empresa pionera en el negocio de la mariguana que tiene como sede California, uno de los estados con mayores avances en la legalización del uso médico y recreativo de la planta.
En la pasada elección presidencial en EU, los habitantes de esa entidad votaron a favor del uso lúdico, casi dos décadas después de que mediante referéndum aprobaron su uso medicinal, aunque fue hasta octubre de 2015 cuando el estado emitió un paquete de leyes para regular a la industria.
El gobernador de California, Jerry Brown, promulgó tres leyes para obligar a los locales que venden el producto a obtener licencias de una nueva agencia estatal, la Oficina de Regulación de la Mariguana Medicinal. Además, busca determinar el origen y distribución del mismo. La mayor parte de estas disposiciones entrarán en vigor en 2018.
El dato
239 dólares cuesta cada frasco de cinco mil miligramos del fármaco RSHO-X
-El cannabis es una planta originaria de las cordilleras del Himalaya. Los registros sobre su uso con fines medicinales se remontan 4 mil años atrás, para el tratamiento del dolor, el resfriado o los transtornos menstruales
-El cannabidiol es un extracto del cannabis que, comparado con otro de sus componentes, el THC (tetrahidrocannabinol), no es psicoactivo
-El cáñamo es una variedad de la planta de cannabis. Es similar a la mariguana, pero con una menor concentración de la sustancia psicoactiva THC
-La primera Biblia se imprimió con papel de cáñamo; las velas de las carabelas que llevaron a Cristóbal Colón a América estaban fabricadas con fibra de cáñamo