La asunción de Donald Trump a la presidencia de EU puede ser un freno mayor al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), además de poner a prueba la eficacia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA).
El TPP, una iniciativa que ha sido impulsada por el presidente Barack Obama, no ha sido ratificado todavía por el Congreso de Estados Unidos, donde ha encontrado una fuerte oposición de parte de los legisladores republicanos.
El presidente electo dio cuenta de esta decisión en un video de dos minutos y medio que fue anunciado ayer y que recoge algunas de las medidas que dará a conocer cuando asuma la Presidencia, el próximo 20 de enero.
«Voy a emitir una notificación de intenciones para retirar a EU del TPP, un desastre potencial para nuestro país», afirmó el gobernante.
A cambio, agregó, impulsará tratados bilaterales que permitan generar empleos que se han perdido por acuerdos comerciales pasados.
El TPP, que fue alcanzado el 4 de febrero pasado después de seis años de negociaciones, está suscrito por doce naciones, incluidas Estados Unidos, Australia, Canadá, Chile, México y Perú. Está considerado como un acuerdo comercial de la Cuenca del Pacífico que, entre otras razones, busca contrarrestar la expansión comercial de China, una de las naciones excluidas de esta iniciativa.
El TPP prevé un periodo de dos años para su ratificación por los parlamentos de los países miembros, pero para su entrada en vigor es necesario que los firmantes representen, al menos, 85 % del PIB del bloque.
En su mensaje, Trump dijo que ha pedido al equipo de transición que fije una serie de acciones ejecutivas que serán desarrolladas «desde el primer día» de su mandato y que buscarán «restablecer las leyes y recuperar puestos de trabajo».
Entre ellas mencionó también su intención de eliminar restricciones en el desarrollo energético, incluyendo las que afectan a los yacimientos de capas de esquisto («shale») o a los que generan «carbón limpio».
Además, dijo que por cada regulación nueva que se apruebe «tendrán que eliminarse dos», como parte de su promesa de reducir las regulaciones en distintos campos de la economía, incluida la industria financiera.
En el plano migratorio, Trump anunció que una de sus medidas iniciales será pedir al Departamento de Trabajo que «investigue todos los abusos de programas de visas que socavan las oportunidades de los trabajadores estadunidenses».
En materia de seguridad nacional, Trump anunció que pedirá al Departamento de Defensa y a los jefes militares un plan para proteger a la infraestructura de Estados Unidos de ataques cibernéticos o físicos.
Todo ello, insistió Trump, «para generar riqueza y empleos».
Desfile político
Ayer comenzó una segunda semana de afiebradas reuniones en Manhattan sobre el futuro de EU. Trump, regresó al departamento al tope de su rascacielos de Nueva York para recibir a antiguos rivales y viejos aliados. Entre las visitas previstas se encontraban el ex gobernador texano Rick Perry, otrora su rival en las primarias republicanas y la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin. Otra visitante fue Tulsi Gabbard, la representante demócrata de Hawaii que renunció al Comité Nacional Demócrata después de apoyar a Bernie Sanders contra Hillary Clinton en las primarias.
El Presidente electo se entrevistó ayer, entre otras personalidades, con el exsenador republicano por Massachusetts Scott Brown, quien después de la cita dijo a los periodistas que estaba siendo considerado para ser titular de la Secretaría de Veteranos.
Trump, nombró ayer para el equipo encargado de organizar la transición en el Departamento del Tesoro a Mauricio Claver-Carone, fundador de un comité de acción política que defiende el embargo a Cuba y que ha tachado de «servilismo» la política hacia la isla del mandatario Barack Obama.
Negocios con Macri
Según el periódico argentino La Nación, Trump aprovechó una llamada del Presidente argentino, Mauricio Macri, para felicitarlo por el resultado de las elecciones para pedirle que desbloqueara la construcción de un edificio que quiere levantar en la capital argentina. Los hechos los develó el periodista Jorge Lanata en su programa Periodismo para Todos: «Macri le llamó y él aprovechó para pedirle que autorizaran un edificio que está construyendo en Buenos Aires, no fue sólo una charla geo política», dijo.
Luna de miel
La popularidad del presidente electo ha crecido 9% desde las elecciones del pasado 8 de noviembre, en las que contra el pronóstico de todos los sondeos venció a la aspirante demócrata y favorita, Hillary Clinton, según un sondeo realizado por el periódico digital Político. 46% de los encuestados tiene una opinión favorable o muy favorable, mientras que 12% tiene una visión un poco desfavorable y 34% una opinión muy desfavorable.