El Barcelona se clasificó como primero del Grupo C para los octavos de final de la Liga de Campeones, al ganar al Celtic en Glasgow, gracias a dos tantos de un Leo Messi estelar.
Reapareció el 10 azulgrana tras su indisposición ante el Málaga para restaurar el orden natural de las cosas. El típico día en el que Messi parece decirles a Neymar, Suárez, Rakitic y compañía: “tranquilos, todas a mí”. Uno de esos días en que en solo se juega a lo que quiere la Pulga.
En su primera conexión de fantasía con Ney, a punto estuvo de hacer el primero, pero la entregada defensa escocesa rechazó el remate seco que el argentino había escogido para fusilar a Gordon.
Messi cruzó demasiado una asistencia de Jordi Alba poco después. Solo se había jugado un cuarto de hora de partido. Y a la tercera, puso el 0-1 al rematar de primeras, al palo corto de Gordon, una picadita sensacional de Neymar.
Tras el gol, el crack de Rosario continúo desplegando su inagotable repertorio en Celtic Park. A Luis Suárez le puso el segundo en un centro preciso, tras romper la cintura de Izaguirre a cinco minutos para llegar al descanso.
El delantero uruguayo cabeceó a bocajarro, pero Gordon tuvo una reacción felina que evitó el gol. Y el Celtic, que necesitaba un milagro para seguir vivo en la Champions, se marchó a la caseta con la sensación de que al menos seguía vivo en el partido.
Y eso que el equipo de Brendan Rodgers arrancó bien el choque. Arropado por la maravillosa atmósfera que siempre genera su estadio, yendo a buscar a los azulgranas muy arriba y presionando la salida del balón.
Messi dejó que Gordon se venciera hacia su izquierda y golpeó centrado y raso para poner el 0-2. Nueve goles en solo cuatro partidos de Champions esta temporada.