¡Una crisis en el gabinete!

 

Eso es lo que estaba provocando la versión de que Luis Videgaray estaría al frente de la delegación mexicana que entraría en contacto con el equipo de transición de Donald Trump para negociar la nueva agenda de la relación bilateral.

 

La reacción en el equipo de Enrique Peña Nieto no era para menos.

 

Sobre todo en el caso de Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Relaciones Exteriores; y de Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.

 

Su papel habría quedado relegado a la nada –se hubiesen convertido en secretarios de papel– si Videgaray efectivamente hubiera tomado en sus manos la relación entre Estados Unidos y México y las negociaciones en la reapertura del Tratado de Libre Comercio.

 

Por eso pegaron el grito en el cielo y el Presidente se vio obligado a parar de inmediato esa versión que, día con día –desde que ganó Trump–, iba tomando mayor fuerza.

 

Y que culminaría con la reaparición de Videgaray en un evento público –en un palco del Estadio Azteca con José Antonio Meade y Enrique de la Madrid– y un “trascendido” en El Universal dando prácticamente por hecho que el ex secretario de Hacienda había sido ya designado al frente del grupo negociador.

 

Así que en plena gira por Sonora, Peña Nieto pidió que le acercaran a los reporteros. Tenía que parar lo que devenía ya en una crisis –otra vez– dentro de su gabinete. “Especulaciones sin sustento”, calificaría.

 

Pero sería aún más puntual por si quedaba duda: “No se ha designado absolutamente a nadie para este tema, y tampoco hay nada en términos de una tarea confiada al doctor Videgaray”.

 

-0-

 

VERSIONES CONTRADICTORIAS.- Parte del desaguisado tuvo que ver con la versión que dio el propio Peña Nieto hace un par de semanas, luego de que habló por teléfono con Trump para felicitarlo por su triunfo y que, ahora, tenía también que rectificar vis a vis del gobierno estadunidense.

 

Porque resulta, lo recordarán, que hace 15 días el Presidente anunció ante la fuente que “en los próximos días” habría de “definir el equipo” que trabajará junto con los integrantes de la transición de Trump para “poder definir los temas de una nueva agenda en la relación bilateral”.

 

Incluso mencionó que había conminado al Presidente electo a reunirse durante la transición para encauzar los temas de seguridad y cooperación.

 

Antier, en cambio, Peña declaró que “en este momento no hay conversaciones, ni diálogo ni definición de persona alguna que se esté ocupando de esa tarea”. Y que los trabajos serán “de gobierno a gobierno, una vez que aquél tome posesión el próximo 20 de enero”.

 

Incluso dio a entender que no se reuniría con Trump en la etapa de la transición –como había apuntado anteriormente–, sino hasta después de que tome posesión como Presidente de Estados Unidos.

 

Era algo que también tenía que aclarar, aunque esto último se debía a enredos del propio mandatario electo con su gobierno. Allá también viven su propia crisis sucesoria.

 

-0-

 

GEMAS. Obsequio de Wilbur Ross, el llamado “rey de la bancarrota”: “No habrá guerras comerciales, y diré por qué: veamos al peso mexicano. La razón por la que ha colapsado es porque todo mundo sabe que los mexicanos tendrán que hacer concesiones. Punto”.