Fue el 21 de marzo de 2002 cuando Fidel Castro arrancó su discurso, en la denominada Cumbre de Monterrey de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), señalando que “lo que aquí diga no será compartido por todos, pero diré lo que pienso, y lo haré con respeto”.
“El actual orden económico mundial constituye un sistema de saqueo y explotación como no ha existido jamás en la historia”, dijo.
Destacó que los pueblos “creen cada vez menos en declaraciones y promesas”.
Enfatizó que “el prestigio de las instituciones financieras internacionales está por debajo de cero y la economía mundial es hoy un gigantesco casino”.
Agregó que “el orden económico ha conducido al subdesarrollo al 75 por ciento de la población mundial, la pobreza extrema en el Tercer Mundo alcanza ya la cifra de mil 200 millones de personas”.
En ese momento, México tenía como presidente a Vicente Fox Quesada, en tanto que las riendas de Nuevo León estaban a cargo del gobernador Fernando Canales Clariond.
De acuerdo con los reportes de los medios locales, el comandante Fidel Castro Ruz había arribado a la Sultana del Norte el 20 de marzo, con el propósito de enviar su mensaje al mundo en dicho evento internacional.
La prensa informó que el fallecido ex mandatario cubano abandonó de manera abrupta la Cumbre de Monterrey, presuntamente porque al entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, le molestaba su presencia.
Meses después, Castro Ruz difundió un audio en el que se escuchó como Fox Quesada le había solicitado que se retirara del evento para evitar problemas de carácter diplomático con el gobierno estadunidense.
Al concluir su mensaje, Castro Ruz expresó al ex presidente Vicente Fox: “Señor presidente le solicito me conceda 20 segundos para una aclaración. Excelencias, distinguidos delegados, les ruego a todos me excusen que no pueda continuar acompañándolos debido a una situación especial creada por mi participación en esta cumbre, y me vea obligado a regresar de inmediato a mi país”.
Castro Ruz salió del Centro Internacional de Negocios (Cintermex), sede del evento, rodeado de decenas de periodistas nacionales y extranjeros, quienes desconocían los motivos de la retirada del presidente de la República de Cuba.