En un hospital de la ciudad de Changchun, provincia de Jilin, noreste de China – Li Hang, un pequeño de 11 años soportó la tradicional medicina de su país en la que “le prendieron fuego” para bajar de peso.
El tratamiento, incluye ventosas fuego, fuego y la terapia de acupuntura.
Las imágenes muestran al niño llorando y gritando de dolor, mientras su estómago es encendido por un terapeuta.
Lin sufre de Síndrome de Prader-Willi, un raro trastorno que involucra comer de manera obsesiva, dificultades de aprendizaje y anomalías en el crecimiento, lo que significaba que su peso se disparó drásticamente desde la edad de tres años.
Cuando Lin cumplió cuatro años pesaba 2.5 veces más que los niños de su edad.
De acuerdo con el diario britanico The Sun, la terapia de fuego se usa típicamente en China para ayudar a los pacientes a perder peso o reducir la hinchazón.
De acuerdo con un informe publicado por la Federación Mundial de la obesidad, China se perfila a ser el país con el mayor número de niños con sobrepeso y niñas de 5 a 18 años en 2025. JMS