El incremento al salario mínimo anunciado la semana pasada es el más alto en términos de pesos de los últimos 17 años. Además, el aumento acumulado desde 2012 es de 15%, lo que significa el mayor avance en la recuperación del poder adquisitivo de las últimas cuatro décadas, destacaron autoridades federales.

 

El Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) decidió la semana pasada elevar el salario mínimo de 73.04 a 80.04 pesos a partir de enero de 2017, el incremento en pesos más alto desde 1999, el cual permitirá recuperar el poder adquisitivo sin afectar la estabilidad de precios, el empleo formal o la paz laboral, destacaron.

 

En conferencia de prensa conjunta con el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, el vocero presidencial, Eduardo Sánchez, puntualizó que tal incremento, sin precedentes, representa 9.5% más que el salario mínimo vigente de 2016, y con base en cifras del INEGI y el Coneval, el ingreso de los trabajadores que ganan esta percepción ha tenido una recuperación de 578 pesos mensuales en lo que va de la presente administración federal.

 

“Con esta decisión, en cuatro años, se ha tenido mayor avance que en los 40 años previos y es la primera vez, en cuatro décadas, que hay una recuperación de 15% del poder adquisitivo real del salario”, precisó.

 

Navarrete Prida destacó que el incremento para 2017 no es una medida improvisada ni producto de una ocurrencia: “se enmarca en una serie de acciones que hemos hecho durante cuatro años”, subrayó.

 

En su participación, el secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Carlos Aceves del Olmo, y el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón coincidieron en que este esquema de negociación ha sido pieza fundamental en la construcción de un México con mayores y mejores oportunidades laborales, de crecimiento económico y de productividad de las empresas.

 

En la conferencia estuvieron representantes de otras organizaciones del sector obrero, como la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), el Congreso del Trabajo, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y Confederación Nacional Campesina (CNC).

 

Por su parte, el sector privado estuvo representado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).