GINEBRA. La ONU pidió hoy una “acción urgente” para reunir a las familias separadas en la península coreana, algunas desde hace más de 60 años, especialmente teniendo en cuenta la avanzada edad de muchas de las personas afectadas.
La Oficina del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, destacó hoy el sufrimiento y el impacto emocional, psicológico, social y económico en estas familias, que fueron separadas en la Guerra de Corea (1950-53).
Este dolor, dijo Zeid en un comunicado, “permanece hoy en día, dado que las personas afectadas siguen buscando la verdad y el contacto con sus seres queridos”.
Muchas familias han sido separadas desde la guerra mediante desplazamientos, desapariciones forzosas y secuestros, pero también como resultado de las personas que han huido de Corea del Norte.
“Estas personas no son solo estadísticas, no son una amalgama de víctimas sin rostro atrapadas en el curso de la historia. Son personas con sus propias historias inimaginables, historias de sufrimiento que prevalecen pese al paso del tiempo”, subrayó Zeid.
El informe de la ONU indica que la separación involuntaria de familias en la península coreana no es solo una consecuencia inevitable de la guerra, sino también el resultado de “formas estructurales de exclusión, impunidad y desempoderamiento que el conflicto ha arrojado”.
Se calcula que desde 1953 unas 129.616 personas se han registrado para reunirse de nuevo con sus familias en Corea del Norte, pero más de la mitad ha fallecido sin haber podido ver a sus familias.
De los que aún figuran en la lista, el 55 % tiene más de 80 años, de acuerdo con la ONU.
Desde el año 2000 ha habido reuniones ocasionales y estrictamente controladas, durante las cuales cien familias de cada lado pudieron encontrarse brevemente.
Por su parte, el número de personas que han huido de Corea del Norte y llegado al Sur ha disminuido desde 2008 debido a los estrictos controles fronterizos, según la ONU.
El informe deja claro que la responsabilidad principal en la resolución de esta cuestión la tienen los dos países.
La ONU recomienda por ello que se permitan sin trabas los contactos entre los ciudadanos de los dos países y que se finalicen y publiquen las listas de todas las personas desaparecidas desde la Guerra de Corea y que se les localice.
También aconseja que se proteja a los individuos que abandonan Corea del Norte, incluidas las mujeres y los niños, para evitar que se conviertan en víctimas del tráfico de personas y de otras violaciones de los derechos humanos que rompen sus lazos familiares.
El informe subraya la necesidad de que Corea del Norte adopte pasos concretos para localizar y devolver a las personas que fueron secuestradas y que levante las restricciones que impiden a sus ciudadanos viajar y comunicarse con el mundo exterior.
La ONU señala que el principal obstáculo para la implementación de estas recomendaciones es la creciente tensión política y militar en la región, que ha frenado las reuniones familiares y el diálogo bilateral. jms