Piel blanca con cientos de arrugas dignas de presumir 82 años de vida, ojos azules que se invaden de lágrimas pero que aguantan el llanto como lo harían Los Supermachos y devuelven una sonrisa peculiar, todo eso es Eduardo del Río «Rius» (Zamora, Michoacán, 1934), quien hoy hace un precedente en la historia de los galardones para el gremio de «los monos», al recibir el Primer Reconocimiento de Caricatura Gabriel Vargas.
El Museo del Estanquillo fue testigo de una reunión de amigos y fanáticos del historietista y escritor, en donde Elena Poniatowska, José Hernández y Juan Villoro, ofrecieron palabras de agradecimiento a Rius por haber «educado por tantos años al pueblo mexicano y extranjero».
«En 1954 lo acogió la revista Ja-Ja, pero fueron creaciones como Los Agachados, que aparecieron a finales de los años sesenta los que lo convirtieron en el Rius que ahora conocemos… A ninguno de los enamorados de Rius le puede ir mal, y yo sigo enamorada de él desde hace 70 años» puntualizó Poniatowska, haciendo alusión a una compilación de textos encontrados en el libro 80 ANIVERSARIUS de la editorial Grijalbo, el cual se puede descargar de manera gratuita, y es un homenaje más para el inspirador de «los moneros».
Mientras que Del Río, recibía múltiples halagos de sus compañeros y amigos, que según José Hernández, «en alguna época de su vida se volvieron ateos o vegetarianos, o lo peor quisieron ser caricaturistas» gracias a la influencia de Rius, un silencio aterrador invadió por minutos la terraza del Estanquillo, cuando Eduardo del Río pidió una disculpa, muy a su manera, por tener que sentarse para continuar su discurso, «Ustedes disculparán pero en este momento estoy ejerciendo una profesión para la que no estaba acostumbrado, hace dos meses los doctores me dijeron que yo pasaba a categoría de enfermo terminal, y yo pregunté ¿ eso qué es?, el médico me respondió que es cuando uno se va a morir -ríe y sostiene su bastón con fuerza- entonces no se preocupen que todos somos terminales todos vamos a pasar por ahí, Yo lo soy porque se alojó en mi un càncer, bueno dos pero son chiquitos… Pero no se preocupen mi cuerpo médico me cuida y me está garantizando que voy a morir en perfecto estado de salud» puntualizó con peculiar alegría mientras que el público recuperaba el aliento y le gritaban «Gracias Rius».
Al término de la premiación y con una copa de vino blanco en mano, Rius platicó con 24 Horas sobre lo que desea y dio su opinión sobre algunos personajes políticos de actualidad.
¿Qué le falta por escribir a Rius, después de tantos temas y monos criticones, de qué más querría hablar en sus libros?
Del más allá -se pone pensativo y enciende un cigarrito- espero cuando me muera llegar al más allá y escribir algo de cómo está aquello, hay les mando a avisar.
Si hoy pudiera fijar una idea en los seres humanos ¿cuál sería? La doctrina de Buda, y quisiera que todos la practicarán, en las ideas de Buda está contenido todo lo que el ser humano debería ser.
Ya es sabido que Ernesto «Che» Guevara incluía a Rius en sus libros de consulta, y usted ha dedicado libros a la situación en la isla, hoy Cuba vuelve a cambiar, ¿Hablamos de Fidel y su despedida?
Muchos cubanos se alegraron a muchos les dio tristeza, Fidel tenía una personalidad muy bipolar, por un lado se comportaba como un estadista, el mejor de todos, y por otro como un vulgar dictador caribeño, ojalá que lo bueno de la revolución Cubana, lo bueno que tenía persista y no desaparezca como desapareció la nuestra.
¿Qué dice Rius de Donald Trump?
Yo vaticiné que iba a ganar Trump, me gané una apuesta con su triunfo – suelta una carcajada para después ponerse serio- Trump es un tipo loco, racista, fascista y discriminador, pero más de la mitad de la gente en Estados Unidos son como él, por eso votaron, es uno de los suyos no es un político, es uno tan americano como cualquiera, a eso se debió su triunfo a que se presentó con ideas populares, como pasó aquí con Vicente Fox, pero espero que lo que sucedió con Fox aquí pase allá también: no hizo nada.
Eduardo del Río ha recibido diversos galardones, como el Premio Nacional de Periodismo en Caricatura (1987) y La Catrina (2004), entre otros, sin embargo, con modestia y humor multicolor que lo caracteriza, Rius asegura ser «alérgico a los homenajes», pero acepto esté reconocimiento por llevar el nombre de su maestro Gabriel Vargas, «estimados esas y esos muchas gracias por compartir conmigo este momento» finalizó.
jram