Jóvenes de la organización “Nos hacen falta” encabezaron hoy un acto pacífico de protesta contra el Gobierno Federal, al que le reclamaron las secuelas de muertos y desaparecidos que dejó la guerra contra el narcotráfico iniciada en el 2006.
En el Monumento a la Revolución, denunciaron que lo que comenzó el ex presidente Felipe Calderón como una ofensiva contra el narcotráfico, dio paso a la militarización de la seguridad pública que sumergió el país en la barbarie.
Poco antes del mediodía los manifestantes se aparecieron en el Monumento con latas de pintura blanca y se lanzaron al suelo para que compañeros les pintaran la silueta y dentro poner nombres de desaparecidos o asesinados; luego invitaron a los curiosos a hacer lo mismo y muchos aceptaron.
Lupe, Luis Ramón, Diego, Adara, Monserrat, Alma y Carlos Alberto fueron algunos de los nombres de víctimas de la violencia en México que aparecieron dentro de decenas de dibujos de siluetas.
“Nos hacen falta” surgió hace dos años en la Universidad Nacional Autónoma de México, luego de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en Guerrero, para destacar que las víctimas no son solo 43, sino miles.
Marisela Orozco narró la muerte de sus hijos Jerson y Alan. Contó que el primero fue secuestrado y aunque pagaron 80.000 pesos de rescate, jamás lo devolvieron, todo lo contrario, mataron a su hermano Alan, portero de las fuerzas básicas del equipo de futbol Tiburones de Veracruz, y al cuñado de ambos, atleta de taekwondo cuando se interesaron por el caso.
“Nos hacen creer que asesinan a los que están metidos en la droga pero ellos eran lo contrario, eran deportistas”, dijo.
México pasa por uno de los momentos de mayor violencia de su historia, según cifras oficiales, la nación cerró 2015 con 27.887 desaparecidos y sumó más de 152.000 asesinatos entre diciembre de 2006 y 2015.
De acuerdo con datos oficiales, en 26 de los 32 estados del país se registran desapariciones forzadas -por parte de agentes del Estado- y hay una tasa de impunidad del 98 por ciento en la mayoría de delitos, lo cual, sumado a la corrupción política representa alrededor del nueve por ciento del producto interno bruto.
“La guerra (contra el narcotráfico) se ha convertido en guerra contra la sociedad. Crimen organizado y autoridades de todos los partidos actúan como uno mismo, por acción omisión o consentimiento”, dijo un documento de los organizadores de la protesta.
Los jóvenes aseguraron que los criminales no solo venden drogas, también lavan dinero, son dueños de empresa mineras o madereras y no son solo Joaquín El Chapo Guzmán, “Los Zetas” y “La familia”, sino Los Duartes (en relación a poderosos como el Gobernador de Veracruz Javier Duarte prófugo de la justicia) que contratan sicarios para amedrentar al pueblo.
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