SUITA, Japón. El equipo del América evitó una nueva desilusión en el Mundial de Clubes, gracias a la gran aparición del argentino Silvio Romero, quien hizo los goles del triunfo por 2-1 contra Jeonbuk Motors.

 

En el estadio de Suita y en juego de los cuartos de final de este certamen en su edición 2016, las Águilas se quedaron con el triunfo por el doblete de Romero (58 y 74), cuando los surcoreanos se habían adelantado por conducto de Bo-Kyung Kim, al minuto 23.

 

El “Chino” Romero apareció, en lo que, tal vez, fue su mejor partido como azulcrema y así América se instaló en las semifinales, donde el jueves próximo se medirá al Real Madrid en la continuación de su festejo del Centenario, a falta de que Tigres lo espera en la final de Liga MX.

 

América quería evitar el deja-vu del año pasado en este mismo torneo, así que sin excesos de confianza salió con cierta determinación, pero pasó momentos donde equivocó algunos pases y eso benefició al conjunto surcoreano.

 

 

Los asiáticos jamás dieron síntomas de preocupación a pesar de que el balón le pertenecía al cuadro mexicano, pues apostaron al orden defensivo y cuando la ocasión era propicia arrancaban con su conocida velocidad para buscar daño en el área enemiga.

 

Así en una acción por el costado izquierdo ingresó Won-Jae Park, levantó la cabeza y sirvió raso para que Bo-Kyung Kim solo rematara bien colocado para superar el lance de Moisés Muñoz para el 1-0.

 

Cuando era mejor las Águilas, con posesión del esférico, cercanía a la meta coreana y en lo que parecía un día de campo para el arquero azulcrema, una desatención movió el guión. De inmediato América buscó el gol de empate antes del descanso.

 

Se generaron opciones de gol de Pablo Aguilar, Osvaldo Martínez y Silvio Romero, éste envió remate que apenas desvió el portero Jeong-Nam Jong para que la pelota pegara en el travesaño.

 

Tras el gol, Jeonbuk Motors se apreció mejor en el terreno de juego, incluso se acercó con peligro y el segundo tanto estuvo latente, pero para la fortuna azulcrema se acabó el primer tiempo para recomponer la situación e ir por la remontada.

 

Con el deseo y sobre todo necesidad, el técnico de las Águilas, el argentino Ricardo La Volpe mandó dos cambios para el complemento. Ingresaron Daniel Guerrero y el ecuatoriano Michael Arroyo con la ilusión de cambiarle la cara al equipo mexicano.

 

América, de inmediato, siguió con el guión del juego, atacar y evitar otra sorpresa, otro batacazo que acabara con el sueño de medirse al Real Madrid en las semifinales del próximo jueves. Silvio Romero logró el ansiado empate 1-1.

 

Michael Arroyo sirvió al área coreana donde Romero con lo justo impactó de cabeza para firmar la igualada y respiro americanista. Incluso los jugadores del club mexicano se dieron prisa en ir por el esférico, querían evitar los fatídicos tiempos extras.

 

El cotejo se tornó abierto y La Volpe volvió ajustar su esquema en defensa con la intención de evitar el daño, pues por momentos se vivió un juego abierto, el toma y daca era propenso y riesgoso para cualquiera de las dos escuadras.

 

En un saque de esquina, América consiguió darle la vuelta al marcador por 2-1, el “Chino” Romero aprovechó un mal rechace defensivo y de primera remató con derecha para vencer al arquero rival. El pampero concretaba un juego para el recuerdo por todo lo relacionado a este choque.

 

Con el gol americanista, los papeles cambiaron, Jeonbuk se lanzó al ataque con las ganas que ideas y las Águilas apostaron por defender y hacer daño en contraataque. En una acción, Paolo Goltz evitó el gol del empate, mientras que en otra jugada los surcoreanos reclamaron penal. La desesperación asiática favorecía a los mexicanos.

 

El nerviosismo sin duda apareció en América, pero fue capaz de aguantar para avanzar a la siguiente instancia, donde ya le esperarán Cristiano Ronaldo y compañía en busca de romper los pronósticos, por lo pronto este día valió la pena la desvelada para los aficionados del club mexicano.

 

El árbitro del encuentro fue el húngaro Viktor Kassai, quien cumplió con su labor y amonestó a los coreanos Hyuk Jung y Chul-Soon Choi, así como a los americanistas Paolo Goltz, Bruno Valdez y Michael Arroyo.

 

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