Familiares, amigos y colegas dan el último adiós a la cantante de blues Betsy Pecanins en una funeraria de la colonia Juárez de esta capital, donde es velada y a la que han arribado decenas de coronas y arreglos florales.

 

En el lugar, Ana Teresa Álvarez Taylor, hija de la cantante, recibe contantes muestras de apoyo de personas cercanas a la familia, entre ellas el secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín; el director del Sistema de Teatros capitalino, Ángel Ancona, o la promotora cultural Miriam Kaiser, por mencionar algunos.

 

Dolida por la partida, arribo también la hermana de la intérprete, Yanis Pecanins, quien nerviosa se mostró sorprendida por la muerte de quien era considerada como “La Reina del Blues” en México.

 

En entrevista, Yanis aseguró que su hermana “vivía para cantar, la música era su vida, era la más feliz en las buenas y malas, había perdido la voz pero eso no le impidió seguir subiéndose al escenario.

 

“Era una mujer que componía, arreglaba, ahora rapeaba y era la más feliz en subir en el escenario, siempre floreciendo en el escenario, en proponer cosas nuevas, llevaba la música en el alma en el corazón”, señaló.

 

Recordó a la creadora de discos como “El efecto tequila” y “La reina de la noche” como “un ave fénix, que surgió de las cenizas y comenzó a componer cosas muy padres, pero con la felicidad que siempre tenía”.

 

Aclaró que su hermana no estuvo hospitalizada y que falleció mientras dormía, “pero está en nuestro corazón, está su música y su espíritu que todos queremos y valoramos mucho”, dijo.

 

Ángel Ancona recordó que fue el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris” el recinto que le abrió las puertas a Betsy en muchas ocasiones y por muchos años.

 

“Recuerdo haberla iluminado mucho entre el 1984 y 1989 en el Teatro de la Ciudad, en la Sala Ollin Yoliztli, en el Festival Cervantino; era su amigo cercano, de hecho casi compartimos una época en los 80”, dijo el funcionario.

 

Calificó a la intérprete que incorporó al blues el bolero y el ranchero como una mujer con una voz extraordinaria y que por desgracia le aquejaron males que minaron su salud, pero nunca perdió la entereza y siempre fue ella, una mujer extraordinaria con una fe en la vida.

 

Coincidió en que era un Ave Fénix, “bueno era Phoenix, porque ella nació en Arizona y su real nombre era Elizabeth Ann Taylor Pecanins, por eso Betsy Pecanins y se quitó el Taylor.

 

“Hay una anécdota que contaba mucho su mama, que en alguna ocasión volaban de Phoenix a la Ciudad de México y el piloto de la lista de pasajeros vio el nombre de Elizabeth Taylor, y anunció por el micrófono que era un honor que Elizabeth Taylor viajara en el vuelo. Pero entonces la mamá la levanto porque Betsy era una bebé”, recordó Ancona.

 

Aseguró que la cantante fue además una mujer impecable y extraordinaria, creadora “y que nos sorprendió de nuevo”.

 

Por último, refirió otro momento especial cuando “tuvimos un concierto en 1989, en el Auditorio Nacional, de lucha contra el Sida y logramos llenar el espacio para recaudar fondos contra esa enfermedad”. JMS