En sus últimas declaraciones a la prensa como Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon lamentó la situación que vive Siria, al señalar que dicha matanza es una afrenta para la conciencia mundial
Ante decenas de periodistas acreditados ante la ONU, reiteró que la situación que se vive en Alepo es un infierno, que la comunidad internacional le ha fallado al pueblo sirio y que la paz sólo prevalecerá en el país cuando esté acompañada de compasión, justicia y rendición de cuentas por parte de los responsables de crímenes abominables.
El titular de la ONU también recordó que esta semana se cumplen tres años del inicio del conflicto en Sudán del Sur, que ya se ha cobrado decenas de miles de vidas. Sostuvo que los líderes sursudaneses han traicionada la confianza de su pueblo y han desaprovechado las oportunidades ofrecidas por el acuerdo de paz.
“Mi asesor principal ya ha advertido sobre la probabilidad de que se desencadene un genocidio. Continuamos haciendo gestiones para lograr la distribución de asistencia humanitaria. Insto al Consejo de Seguridad a adoptar medidas más concertadas que incluyan, incluso, medidas coercitivas”, dijo.
Ban también aludió a la necesidad de que se cumpla el Acuerdo de París sobre el cambio climático, que describió como un “logro imprescindible” al que hay que apoyar y cultivar.
Al hacer balance de su mandato, sostuvo que en la década durante la que estuvo al frente de la ONU se puso constantemente a prueba a la comunidad internacional, pero también se vio la acción colectiva para cambiar y mejorar la vida de millones de personas.
“A pesar de lo difícil que puede tornarse por momentos, la cooperación internacional continúa siendo el camino que nos guía hacia un mundo más pacífico y próspero. Seguiré, sin escatimar esfuerzos, instando a los líderes del mundo, nuevos o de larga data, a que reconozcan este precepto esencial para el siglo XXI”, concluyó. JMS