De aceptar las condiciones del Departamento de Transportes de Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés), la alianza Aeroméxico-Delta iniciaría a partir del segundo trimestre del próximo año, con lo que se posicionaría entre las tres grandes aerolíneas del mercado México-Estados Unidos.
Será entre el miércoles y viernes de esta semana cuando se dé respuesta a la resolución final de la autoridad estadounidense, y de ser positiva, durante el lapso mencionado, las líneas aéreas deberán entregar los slots (horarios de despegue y aterrizaje) que determinó dicha autoridad para aprobarla, entre otras acciones de integración.
La entrega se dará conforme al procedimiento establecido por el DOT, es decir, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con la desincorporación de hasta 24 pares, que comenzará con 14 en 2017 y hasta 10 pares adicionales en 2018.
Mientras que en el aeropuerto de John F. Kennedy en Nueva York, que se reduce de seis a cuatro el número de slots, dos serían el próximo año, siempre y cuando los potenciales beneficiarios demuestren que no han podido acceder a éstos en dicho aeropuerto, y hasta dos pares adicionales en 2018.
La segunda fase se dará siempre y cuando otras aerolíneas demuestren no haber podido obtener slots en ambos aeropuertos.
De manera paralela se tendría que iniciar con la entrega de los ocho pares de slots solicitados por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), de acuerdo con la resolución aceptada por ambas aerolíneas en mayo de este año.
A diferencia de la resolución del DOT, en la que ciertas aerolíneas quedan fuera del procedimiento como American Airlines y United-Continental, para la autoridad mexicana cualquier compañía puede solicitar los horarios.
Cuando los slots sean asignados a las aerolíneas que cumplan con los requisitos de ambas resoluciones, Aeroméxico y Delta podrán iniciar el proceso de la alianza que les permitirá trabajar como si fueran una sola empresa, coordinando precios, tarifas, rutas, programas de vuelo y de lealtad entre sus clientes para los vuelos entre México y Estados Unidos.
Para la firma estadounidense, se trata de una alianza similar a la que ya tiene con Air France/KLM, Alitalia y Virgin Atlantic, que les permite operar el mercado trasatlántico desde hace varios años.
El joint venture entre Estados Unidos y México llegará tras poco más de un año de haberla solicitado al DOT, operación valuada en mil 500 millones de dólares, así como de haber sorteado una serie de requisitos por parte de las autoridades antimonopolio.
Además, sienta una base para el país, ya que será la primera en autorizarse en la materia, mientras que para el Departamento de Transporte será parte de las 30 alianzas que ha autorizado.
Entre ellas destacan la de American Airlines con US Airways (2013), United con Continental (2010), Southwest con Air Train (2011), y Delta Airlines que compró Northwest en 2008.
La relación entre Delta y Aeroméxico comenzó hace más de 20 años, en 1994, cuando las firmas inician códigos compartidos, a través del cual hoy ofrecen mil vuelos diarios, además son miembros fundadores de la alianza SkyTeam que agrupa a 20 aerolíneas en el mundo
Para agosto de 2011, Delta y Grupo Aeroméxico firman de un Memorándum de Entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés) para crear una alianza comercial exclusiva y de largo plazo.
Bajo este acuerdo, ambas ampliaron su cooperación para potenciar sus respectivas fortalezas y vincular la amplia red de la estadounidense con la mayor red de pasajeros de la mexicana, y como parte de lo anterior, Delta invirtió 65 millones de dólares en acciones de Aeroméxico.
En la actualidad, la estadunidense tiene 18 por ciento de las acciones de la firma dirigida por Andrés Conesa, a través de inversión directa y opciones de compra.
En 2014, ambas inauguraron su centro de mantenimiento, reparación y revisión de aeronaves Techops en Querétaro, la cual requirió una inversión de 603.6 millones de pesos y es considerada como la más grande de América Latina.
El 31 de marzo de 2015 sometieron una solicitud conjunta ante el Departamento de Transporte de Estados Unidos en busca de la aprobación de un acuerdo de colaboración conjunta (JCA por sus siglas en inglés), el cual combina sus operaciones entre ambos países y una solicitud de inmunidad antimonopolio.
En octubre del mismo año, Delta anunció su intención de adquirir hasta 32 por ciento de las acciones de Aeroméxico, que junto con el Fondo de Pensiones de Delta, sumarían 49 por ciento.
En su momento, el director de Aeroméxico, Andrés Conesa, insistió en que el objetivo de esta alianza profunda es, entre otros beneficios, aumentar de 70 a 100 vuelos diarios, es decir, 10 mil vuelos adicionales al año, que se traducirían en más conectividad, por lo que harían todo por llevarla a cabo.
De igual manera, el Ceo de Delta, Ed Bastian, afirmó que un acuerdo de aviación de este tipo y la inmunidad antimonopolio “facilitará el poder operar hombro con hombro con Aeroméxico y trabajar verdaderamente en conjunto hacia el mercado”.
Cabe mencionar que los principales centros de conexión de Delta están ubicados en los aeropuertos de Atlanta, Los Ángeles, Minneapolis, Nueva York, Salt Lake City y recientemente en Seattle, mientas que en el caso de Aeroméxico son el AICM, Monterrey y Guadalajara.