Dar a conocer el arte de las tejedoras en telar de cintura pertenecientes a la comunidad amuzga en Guerrero y su lucha para que su quehacer sea valorado, llevó a la joven cineasta Viviana Pineda a realizar el documental “La memoria que nos teje”.

 

En entrevista con Notimex, Pineda destacó la importancia de dejar testimonio del trabajo de estas mujeres, quienes han logrado organizarse para defender sus derechos y sus raíces culturales.

 

“Estas mujeres crearon una cooperativa, han participado en varias luchas políticas por el derecho a la autonomía, a la preservación de su lengua original, al uso de los medios de comunicación, entre otras cosas, y a pesar de tener muchas limitantes dentro de su propia comunidad han logrado el reconocimiento”, manifestó.

 

El documental fue filmado en la comunidad de Xochistlahuaca, ubicada en territorio guerrerense, en los límites con Oaxaca, y se enfoca en un grupo de 40 tejedoras amuzgas que luchan por mantener vivas sus raíces culturales.

 

“Ellas forman parte de una cooperativa que se llama ´Ljaa´ Tejedoras de Esperanzas´ y el documental retrata la historia de estas mujeres y la lucha que han mantenido desde hace siete años en defensa de su trabajo, sus tradiciones y su cultura”, expresó Pineda.

 

La documentalista egresada del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) se acercó a este grupo de mujeres luego de conocer su proyecto de radio comunitaria, “me pareció sumamente importante porque este proyecto retoma los usos y costumbres, el uso de su lengua originaria, además de dar voz al pueblo”.

 

Pronto, Pineda se involucró con las tradiciones de la comunidad, su vestimenta, sus peinados y, sobre todo, sus oficios, entre ellos, el de las mujeres tejedoras con telar de cintura, “convivir con estas artesanas despertó mi interés por capturar sus historias”.

 

La realizadora consideró que estas tradiciones y la cosmovisión de esta comunidad son poco conocidas, por ello destacó la importancia de dejar un testimonio y difundir en todo el mundo el valor de su cultura.

 

Por lo anterior, decidió que los testimonios y diálogos fueran en lengua amuzga, aunque eso implicara una complicación a la hora de traducir al castellano. “Es una lengua muy complicada, así que optamos porque los diálogos fueran naturales, a través de charlas entre las tejedoras mientras trabajan”.

 

“La memoria que nos teje” ha sido un proyecto independiente, financiado por los propios realizadores, sin embargo, para su etapa de potsproducción han optado por solicitar el apoyo de un sitio en internet de micromecenazgo para proyectos creativos.

 

En la página “kickstarter.com” se encuentran los detalles del documental, así como la invitación a todos aquellos que quieran hacer donaciones para que el trabajo pueda ser concluido, a cambio se ofrecen diversas recompensas para los donantes.

 

Finalmente, Viviana Pineda confió en que con el apoyo de todos puedan llegar a la meta (100 mil pesos) para concluir su trabajo y así poder proyectarlo en la comunidad amuzga, y en lugares poco convencionales como centros de cultural, colonias y plazas públicas, entre otros.

 

 

dca