Cruz Azul terminó el 2016 en una de sus peores crisis en el futbol mexicano, lo que provocó la salida del técnico Tomás Boy luego del fracaso que impidió al club regresar a una liguilla por quinta vez consecutiva y que lo dejó con problemas de descenso.
Siempre polémico, el estratega se hizo cargo de la Máquina Celeste en el Torneo Apertura 2016 de la Liga MX, cuando el equipo ya vivía una situación que no gustaba a nadie, e incluso la afición reclamaba un mejor manejo para el conjunto.
Boy llegó a sustituir en el timón cruzazulino a Sergio Bueno, quien tampoco pudo levantar al club, por lo que se esperaba que el exjugador de Tigres pudiera salir adelante, aunque fue poco lo que hizo para conseguirlo.
A su llegada a la institución “cementera” se crearon muchas expectativas, pues luego de hacer un buen papel en la Copa MX quedó fuera en los dos torneos en los que el equipo tomó parte, en el Clausura y Apertura 2016.
La afición quedó muy dolida por esas eliminaciones, cuando estuvo cerca de meterse a la final, por el hecho de haber sido superado por un cuadro del Ascenso MX, en el primer caso, y por Esmeraldas de León, en el segundo.
Pero lo que más dolió a la afición fue el hecho de haber perdido el encuentro que se tenía ganado 3-0 ante América, que vino de atrás para darle la vuelta al resultado y ganar 4-3 en el mismo estadio Azul.
Aunque aceptó la derrota de su escuadra, Tomás Boy culpó al trabajo arbitral de haber influido en el resultado, por lo que poco a poco dio paso a su pronta salida del equipo, con una afición que se le fue encima por los resultados.
Entre los escándalos que protagonizó el timonel al frente de Cruz Azul se encuentran los que tuvo con la afición “cementera”, de la cual se burló y encaró fuera del estadio, lo que derivó que en algunos encuentros en casa pidieran su salida a todo pulmón.
La segunda ocasión en que estuvo involucrado en una situación vergonzosa fue cuando en la jornada 12 del Clausura 2016 le reclamó al silbante y le mostró la cartera, lo que le valió irse suspendido dos encuentros.
Por si eso fuera poco, Boy dejó a su exescuadra en serios problemas de descenso como resultado de la poca efectividad que tuvo a lo largo del año y 20 días que estuvo al frente del equipo, y con su quinto torneo sin llegar a la liguilla.
Cuando arribó a la oncena de La Noria el equipo ocupaba el cuarto lugar en la tabla de cocientes, mientras que tras renunciar al cargo lo dejó en la duodécima posición y bajo el mando de Joaquín Moreno, el técnico interino, que finalizó en el escalón 14.
La crisis “celeste” pesó tanto que en las redes sociales fue objeto de burlas y escarnio, por lo que el portero Jesús Corona pidió a la afición antes de finalizar el torneo que aguantaran, pues el equipo iba a levantar, aunque no dijo cuándo.
OR