El sur de Chile vuelve esta tarde a la normalidad luego del terremoto de 7.6 en la escala Richter que afectó esa zona del país andino, donde incluso una alerta de tsunami llamó a la población para que se alejara de la costa.
Sin que se hayan reportado víctimas fatales o grandes daños en las viviendas, el movimiento telúrico recordó a los habitantes del sur chileno que se encuentran en el llamado “Cinturón de fuego del Pacífico”, que tiene como protagonistas a las placas de Nazca y Sudamericana.
Caminos secundarios con daños y un puente caído, además de una casa derrumbada, serían las consecuencias del sismo en la Isla Grande de Chiloé, que hizo recordar a muchos ancianos el terremoto de 9.5 Richter de mayo de 1960 que devastó al sur del país.
El terremoto de este domingo se produjo a las 11:22 horas locales (14:22 GMT), con epicentro 75 kilómetros al oeste de Quellón, localidad distante mil 285 kilómetros al sur de Santiago, y se sintió en otras tres regiones del país sudamericano.
Las regiones donde se percibió el movimiento telúrico fueron las del Biobío, distante 520 kilómetros al sur de Santiago; de La Araucanía (691 kilómetros); Los Ríos (853 kilómetros), y la región de Aysén, ubicada dos mil 280 kilómetros al sur de la capital chilena.
Tras el movimiento sísmico, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) emitió una alerta de tsunami para las zonas en las que se percibió el terremoto y ordenó la evacuación temprana del borde costero de las tres regiones.
Esta se debió a la evaluación realizada por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), institución que proyectó las llegadas de las primeras olas hasta las zonas afectadas, aunque sólo se produjeron alteraciones menores a las mareas.
Unas horas más tarde, la Onemi bajó la “alarma de tsunami” a “estado de precaución” en todo el borde costero de las zonas aledañas al lugar del epicentro.
A través de las redes sociales los habitantes de las regiones afectadas publicaron diversos daños, sin consideración mayor, y solo de infraestructura vial y cortes de energía y agua potable.
Estos daños se concentraron en caminos secundarios de la Isla Grande de Chiloé y en la Carretera Panamericana, en las cercanías de Quellón. Asimismo, se reportaron derrumbes de algunas viviendas aunque sin víctimas fatales.
Hasta el momento se han producido 23 replicas del terremoto y los expertos prevén que los sismos de menor intensidad sigan durante los próximos meses, debido a la gran magnitud del movimiento telúrico.
En Chiloé unos 20 mil 800 hogares se mantienen sin energía eléctrica, la que sería repuesta por las compañías respectivas en las próximas horas.
jram