El músico argentino Charly García fue internado por segunda vez y de emergencia en menos de dos semanas, por lo que su estado de salud ha provocado una oleada de preocupación en el país sudamericano.
García fue internado desde anoche en el Instituto del Diagnóstico, ubicado en Buenos Aires, pero aún no se ha emitido un parte médico oficial.
El artista ya había ingresado el pasado 21 de diciembre a esa misma clínica con un cuadro de deshidratación y fiebre, provocado por un virus, pero el día 24 fue dado de alta y pudo pasar Navidad en su casa.
Durante los días que estuvo internado tampoco hubo ningún información oficial sobre su estado de salud, ya que los fanáticos se enteraron apenas por escuetos mensajes de su abogada, Karina Bardiani, y su representante, José Palazzo, en las redes sociales.
Sin embargo, sólo pasaron cuatro días para que García volviera de urgencia al Instituto, otra vez acompañado por su novia Mercedes Íñigo.
El músico, de 65 años, es un ícono del rock en América Latina, ya que entre sus más de 40 discos editó clásicos como “No voy en tren”, “Nos siguen pegando abajo”, “Demoliendo hoteles”, “Yendo de la cama al living”, “El fantasma de Canterville” y “Yo no quiero volverme tan loco”.
Carlos Alberto García Moreno, verdadero nombre del artista, nació en 1951 en Buenos Aires y desde los cinco años comenzó a mostrar su talento para la música, incluso fue admirado por la artista Mercedes Sosa.
Antes de cumplir 20 años, García fundó la mítica banda Sui Géneris junto con Nito Mestre, a la que, ya para fines de los años 70, seguiría Serú Girán, al lado de los músicos David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro.
La consagración de García llegó en la década posterior, de mano de la recuperación democrática en Argentina, con los éxitos de sus discos “Yendo de la cama al living”, “Clics modernos” y “Piano bar”, en los que estuvo acompañado por jóvenes músicos como Andrés Calamaro y Fito Páez.
En los años 90, uno de sus álbumes más exitosos y recordados fue “Say no more”, pero desde entonces arreciaron sus problemas con el consumo de drogas y las noticias sobre su estado de salud comenzaron a sustituir a la de su extensa obra musical.
En 2008, después de múltiples internaciones García estuvo a punto de morir, pero su salvación llegó de la mano del músico Palito Ortega, quien decidió cuidarlo y hacerse cargo por completo de él para ayudarlo a superar sus adicciones.
Como un ave fénix, García superó un tratamiento que duró más de un año para desintoxicarse, y en 2010 regresó triunfal con el álbum “Kill gil”, con el que inició giras nacionales e internacionales.
jrm