Militantes de partidos, activistas, comerciantes y ciudadanos de a pie se manifestaron hoy en diversas ciudades de México contra el inminente aumento a los precios de las gasolinas, anunciado el martes por el Gobierno y que entrará en vigor el próximo domingo.

 

Miembros del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) se instalaron frente a la sede de al Secretaría de Energía en la Ciudad de México con pancartas en las que exigían al presidente Enrique Peña Nieto cancelar el aumento.

 

“Hacemos al titular del Ejecutivo una última llamada para que con carácter urgente emita un decreto suspendiendo la liberalización del costo de gasolinas y diésel. Insistir en ello provocará manifestaciones sociales de alto riesgo para la nación”, dijo el secretario de Acción Política del PRD, Alejandro Sánchez Camacho.

 

Indicó que los militantes del partido se unirán a las protestas en redes sociales y a las manifestaciones que se realicen en el país contra el ajuste anunciado.

 

En tanto, más de un centenar de personas clausuraron de manera simbólica una gasolinera en Acapulco, estado sureño de Guerrero, para protestar contra el aumento a los precios del combustible.

 

En la protesta participaron militantes y simpatizantes del PRD y del conservador Partido Acción Nacional (PAN), así como maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero, que ha protagonizado numerosas movilizaciones, a veces violentas, contra la reforma educativa promulgada en 2013.

 

No al gasolinazo

 

Los manifestantes portaban pancartas con lemas como “No al aumento criminal de la gasolina” y “Rechazo total al gasolinazo”.

 

En Actopan, estado central de Hidalgo, alrededor de 500 comerciantes realizaron una caravana en el centro de la ciudad en protesta contra el incremento de las gasolinas.

 

“No al gasolinazo” y “No más aumentos” eran algunas de las consignas que podían ser leídas en las ventanillas de los vehículos que recorrieron las principales calles y avenidas de Actopan hasta terminar frente al palacio municipal.

 

Al término de la caravana, los inconformes realizaron una asamblea en la explanada del palacio municipal, donde acordaron convocar a más movilizaciones en caso de que el 1 de enero Peña Nieto no dé marcha atrás al aumento.

 

Mientras, activistas locales y ciudadanos se manifestaron por tercer día consecutivo en Ciudad Victoria, capital del estado nororiental de Tamaulipas, contra la medida anunciada.

 

Los manifestantes insistieron en demandar al Gobierno federal que dé marcha atrás al ajuste, argumentando que el mismo ocasionará un alza generalizada de precios en todos los productos y servicios, afectando principalmente a los mexicanos más pobres.

 

Por su parte, el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, declaró en una entrevista con la periodista Carmen Aristegui que “el que gana con el gasolinazo es el país, son nuestros hijos y son nuestros nietos”.

 

Reiteró la explicación de que “cuando uno vende gasolina, lo que está vendiendo es un derivado del petróleo, cuyo precio se ha venido incrementando en el tiempo”.

 

Asimismo, aseveró que “estamos entre los países del mundo donde se vende más barato” el combustible, además de que México “es uno de los países donde ha subido menos”.

 

Al preguntársele si el Gobierno no teme estar “echando gasolina al fuego” del descontento social, el funcionario replicó: “La estaríamos echando si hubiéramos utilizado como alternativa el recorte a los programas sociales”.

 

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó el martes que los precios máximos de las gasolinas subirán en el país entre 14 % y 20 % en enero de 2017, un alza anticipada hace unos días por la empresa estatal Pemex y que llega antes de la liberalización de los precios del sector, que comenzará en marzo.

 

La institución explicó que el incremento responde al aumento en los precios internacionales de los combustibles y no implica ninguna modificación o creación de impuestos.

 

 

dca