Una oposición dispersa y un movimiento oficialista que ha estado diez años en el poder iniciaron la campaña electoral con miras a las elecciones presidenciales y legislativas de febrero en Ecuador.

 
Ocho fórmulas presidenciales (candidatos a presidente y vicepresidente) arrancaron sus campañas con miras a captar el voto de sus compatriotas en los comicios del 19 de febrero, que marcará el fin de una década del presidente Rafael Correa en el poder.

En medio de un escándalo por supuesta corrupción en Petroecuador, la Fiscalía ha abierto tres casos por presunto lavado de activos y cuenta con 18 procesos abiertos por supuestos actos ilícitos cometidos en la estatal, de los cuales cinco están en instrucción fiscal y 13 en indagación previa.

 

El candidato oficialista por el movimiento Alianza País, el ex vicepresidente Lenín Moreno, que lidera las intenciones de voto, inició su campaña con visitas a personas de la tercera edad en un albergue y ofreció mejorar sus condiciones de vida.

 

Desde Guayaquil, el ex banquero Guillermo Lasso, del movimiento CREO, reiteró su oferta de crear un millón de empleos, y de abrir más mercados para los productos ecuatorianos: “Así como se firmó acuerdo con UE (Unión Europea), hay que firmar uno con Estados Unidos”, apuntó.

 

 

Correa abandonará la presidencia con unos datos económicos muy pobres. El Banco Central de Ecuador (BCE) cerró el ejercicio pasado con cifras de crecimiento del PIB en el tercer trimestre y las mismas revelaron un saldo negativo que se extenderá en este 2017. Según el BCE el PIB ecuatoriano se redujo, entre junio y septiembre, 1.6% y para diciembre había alcanzado 1.7%.

 

 

Oficialista

 

 

Moreno lidera las preferencias electorales, según las encuestas de Cedatos y Market en las principales ciudades del país. La primera le da un 35.6% de intención de voto y la segunda, 28.6%.