La manufactura de artesanías de madera es una práctica de al menos tres generaciones en este municipio que busca conservar y difundir el uso de los juguetes tradicionales.
Los talleres son familiares y se encuentran instalados en los domicilios de los pobladores, en cada uno de ellos trabajan por lo menos cuatro personas que realizan diferentes artículos de madera como trompos, baleros, yoyos, carros, jengas, caballitos, caniqueros, portarretratos y alhajeros.
Antonio Reyes, director del departamento de Fomento, declaró que en el municipio, ubicado a 35 minutos de la ciudad de Toluca sobre la carretera Toluca-Tenango de Arista, existen 650 artesanos y comerciantes.
“La mayoría del municipio nos dedicamos a trabajar las artesanías, trabajan desde su casa, casi no hay talleres grandes, yo aprendí de mis papás y ellos aprendieron de mis abuelito”, indicó.
Manifestó que es una tradición en el municipio que ha sobrevivido por las virtudes que tienen los productos que elaboran.
“Estos son juegos de muchos años y estos son juegos sanos, porque los juegos de ahora tienen mucha violencia”, declaró Reyes.
El funcionario explicó que “para los juguetes, los artesanos utilizan distintas técnicas que van desde la pintura hasta el grabado con el que realizan el denominado trabajo fino”.
Agregó que la madera con la que realizan los juguetes es principalmente de aile (Alnus argutay) pino, la cual la consiguen de municipios vecinos.
“A los artesanos les entregan bloques de troncos verdes y ellos los tienen que dejar secar para que pueda ser trabajada sin problemas, sólo deben cuidar que el material no se parta”, explicó Reyes.
El torno, raspadores de madera y pintura son las únicas herramientas que los artesanos necesitan para aprovechar su creatividad y crear diversos artículos a partir de un trozo de madera. Para los juguetes utilizan colores llamativos como el rojo, amarillo, azul, para atraer la atención de los niños.
“Antes se hacían las artesanías en lo que se le nombra un torno de violín, es un torno con un arco que se usaban las dos manos y los pies, pero ahora ya son más modernas las herramientas”, dijo.
Los juguetes y demás artículos que fabrican los artesanos son comercializados en negocios de la localidad, sin embargo, una gran parte de los productos se distribuyen en los principales puertos del país, donde intermediarios los venden a turistas extranjeros.
Reyes aseguró que los artesanos cuentan con apoyo del municipio, que les ofrece cursos y ayuda para difundir su trabajo a través de ferias y exposiciones. Además en junio realizan un concurso para premiar a los trabajos más destacados de la localidad.
“Es una herencia muy grande porque tenemos con qué tener un orgullo de nuestras artesanías, porque aquí se elaboran y todos los diseños que hay son de uno mismo”, dijo Reyes.
Jesús Villanueva, es un artesano que lleva 33 años elaborando juguetes. Aprendió el oficio de sus tíos y de trabajar en otros talleres, actualmente resaltó que está orgulloso de su labor, que le ha dado para mantener a su esposa y sus dos hijos.
“Siempre que me levanto volteo siempre para el taller y me pongo a platicar con el torno que me dice, “si quieres trabajar, trabajamos; si quieres ganar dinero, aquí estoy a la disposición que tú quieras, yo digo que es mi jefe”, asegura el artesano.
Villanueva expuso que enseña su trabajo a sus hijos y espera que lo aprendan para que la tradición no se pierda, pues en los últimos años la venta de juguetes ha disminuido, en parte por el aumento en el mercado de juguetes electrónicos.
“La verdad sí se ha perdido un poco, ahora ya los niños les llama más la atención lo electrónico, el juguete de madera lo compran más los papás, porque inculcan un poquito el trabajo”, manifestó.
Destacó que los juguetes tradicionales tienen algunas virtudes por encima de los actuales, por ejemplo, no gastan baterías y cada juguete, como el trompo y el balero, poseen distintas formas de jugar, además que favorecen la imaginación.
“Existen diferentes formas de jugar con el balero y el trompo, nosotros como fabricantes les damos la explicación, una de las maneras era sacar monedas con el trompo de un círculo en el piso”, dijo.
Villanueva consideró que el trabajo de los artesanos no está bien recompensado, pues son los intermediarios los que mayor ingreso reciben, y aseguró que es necesario conocer el proceso de elaboración de un juguete para que se valore.
“Que nos tomen en cuenta, que nos vengan a visitar a los talleres y vean en realidad cómo se hace un juguete, para que nosotros tengamos un poquito más mercado. Es mucho el trabajo y poca la paga, para una pirinola se recorta, en el torneado se le da la forma, luego se le pone sellador ya luego se pinta”, dijo el artesano.
Aseguró que como otras artesanías del país, también han querido imitarlas de forma industrial, sin embargo, recomendó a las personas que compren juguetes de madera que observen el detallado de la pintura, el cual es hecho a mano y es donde se nota el trabajo artesanal.
OR