La llegada de fuerzas federales al estado mexicano de Veracruz y la organización ciudadana lograron contener hoy los saqueos en comercios de la principal zona turística, donde en los últimos tres días arreciaron las protestas por los aumentos a los combustibles.
El contingente de 250 elementos de la Policía Federal y de la Gendarmería Nacional, y cientos de ciudadanos y propietarios de locales comerciales armados con palos y machetes de la zona del puerto de Veracruz y Boca del Río, impidieron que continuaran los actos de rapiña.
Los reportes oficiales dan cuenta de 500 detenidos entre el miércoles y jueves en la zona Veracruz-Boca del Río y en los municipios de Medellín de Bravo, Tierra Blanca, Agua Dulce, Nanchital, Minatitlán, Coatzacoalcos y Misantla.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Veracruz, Jesús Muñoz de Cote Sampiery, informó que los saqueos a tiendas de autoservicio y de conveniencia, así como la inactividad comercial, generaron pérdidas superiores a mil millones de pesos (47,1 millones de dólares).
Se contabilizaron 150 negocios saqueados en las ciudades de Veracruz y Medellín de Bravo.
Por la mañana, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares celebró la llegada del primer contingente de 250 agentes federales para apoyar a la Policía Naval y a la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
Horas más tarde, Yunes arribó al Centro Comercial Las Brisas de Veracruz y entregó cientos de vales de despensa de 500 pesos (23,6 dólares) a madres de familia, como lo había prometido un día antes cuando confrontó a saqueadores y ofreció despensas para tratar de apaciguar la inconformidad.
Aunque en las primeras horas de este viernes la mayoría de los comercios abrieron sus puertas en un intento por normalizar la vida diaria, más tarde más de 10.000 establecimientos bajaron sus cortinas ante las amenazas de que continuarían los saqueos.
Y es que grupos de hombres y mujeres recorrían calles y avenidas en busca de locales comerciales vulnerables y sin presencia policiaca, que eran atacados y saqueados. Otros se concentraban frente a tiendas de autoservicio y mercados públicos para volver a robar.
En los mercados municipales del puerto de Veracruz, como el Malibrán y Unidad Veracruzana, los más concurridos, los propietarios de los locales se armaron con palos y machetes, recorrieron las calles aledañas y colocaron barricadas para defender sus bienes de los saqueadores.
En esos dos puntos se vieron escenas de cientos de comerciantes organizados golpeando palos y machetes en el pavimento en espera de los grupos de “vándalos” para enfrentarlos, lo cual nunca ocurrió.
En Xalapa, capital del estado, plazas comerciales, tiendas de autoservicio y pequeños locales cerraron sus puertas ante la psicosis por los saqueos. Fuerzas policiacas blindaron todo el centro histórico con equipos antimotines, y comerciantes también se atrincheraron armados con palos y tubos.
dca