Un día después de que Donald Trump se burlara de los servicios de inteligencia de EU por no poder evitar el hackeo de piratas rusos durante la campaña electoral, los más altos cargos del espionaje estadunidense fueron hasta el Capitolio a dar su versión.
“Rusia es un cyber actor de vasto alcance que amenaza de manera importante al gobierno de Estados Unidos, a las infraestructuras militares, diplomáticas, comerciales y las vitales” del país, disparó en el Congreso, James Clapper, director de la Inteligencia Nacional, al hablar ante una comisión del Senado.
Los capos de la inteligencia norteamericana agregaron además que altos funcionarios del gobierno de Rusia autorizaron la interferencia en las recientes elecciones de Estados Unidos.
“Hemos llegado a la conclusión de que únicamente los más altos dirigentes rusos pudieron autorizar el reciente robo y divulgación de datos relacionados con las elecciones”, apuntaron tres jefes de inteligencia en un testimonio escrito.
Admitieron sin embargo que los ataques informáticos rusos no cambiaron el resultado de las elecciones presidenciales.
El testimonio sucede cuando el presidente electo Donald Trump sigue cuestionando que Moscú esté detrás de los ciberataques a los servidores del Partido Demócrata, como ya lo denunció Barack Obama, lo que valió que Washington impusiera sanciones a Rusia. Trump había dicho en un tuit que la investigación había sido retrasada deliberadamente. “Capaz necesitan más tiempo para armar el caso”, señaló.
Ayer testificaron el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, y el de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Michael Rogers, los cuerpos de inteligencia nacionales, en los que Trump tendrá que confiar para consejos cruciales cuando asuma como presidente el 20 de enero.
En tuits publicados esta semana, Trump ridiculizó las conclusiones del la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y del FBI, que son apoyadas por el presidente saliente, de que piratas trabajando a instancias del gobierno ruso robaron documentos comprometedores de los ordenadores del Partido Demócrata y los filtraron a través de WikiLeaks para debilitar la campaña presidencial de la rival de Trump, Hillary Clinton.
Las burlas de Trump han aumentado la presión en la Casa Blanca, la CIA, el FBI y el director Nacional de Inteligencia para respaldar sus afirmaciones del mes pasado de que el gobierno ruso estaba detrás del pirateo, divulgando intencionadamente los documentos vía WikiLeaks para perturbar las elecciones y ayudar a Trump.
Trump será informado el viernes por los altos mandos de la CIA, el FBI y el DNI sobre sus evidencias acerca de la interferencia de Rusia en las elecciones, y se espera que la Casa Blanca lance un informe con la versión desclasificada del caso la semana próxima.
“Creo que la confianza pública en la Inteligencia norteamericana es crucial para Estados Unidos y otros países relacionados (…) Simplemente no quiero que se genere una situación en la que nuestros agentes decidan irse porque no es un buen lugar para estar
James Clapper
Jefe de inteligencia de EU
Putin niega la injerencia
El presidente ruso Vladimir Putin niega la injerencia de su país en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Y Julian Assange, fundador de Wikileaks, asegura que no fueron los rusos quienes le pasaron la información.