Los Suns de Phoenix y los Mavericks de Dallas “probaron” hoy la altitud de la Ciudad de México (2.240 metros) con prácticas de 30 minutos y calentaron la duela en la que mañana disputarán el primero de los dos juegos que la NBA celebrará esta semana en la capital mexicana.
“Nunca hemos jugado un partido en esta altitud”, aseguró el entrenador de los Mavericks, Rick Carlisle.
“Denver es la ciudad más alta (a unos 1.600 metros) y ese será un gran factor”, añadió.
Los Suns (12-26) y los Mavericks (11-27), son los equipos con la peores marcas de la Conferencia Oeste.
“Tenemos que mejorar y hacerlo pronto”, compartió el base puertorriqueño José Juan Barea, quien considera que el equipo ha tenido “mala suerte” en el inicio de la temporada.
“Poco a poco tenemos que ir mejorando para ver si se presenta la oportunidad de pelear por avanzar a la postemporada“, agregó.
Por el lado de Phoenix, el escolta Devin Booker señaló que “es muy bueno para la liga expandir la marca NBA en otros países”, como sucederá con los dos juegos, este jueves y el sábado próximo ante los Spurs de San Antonio, que ostenta la segunda mejor marca de la Conferencia Oeste y de la liga con 30-8.
Booker, de 20 años, tiene sangre mexicana ya que sus abuelos son de este país y su madre, Verónica Gutiérrez, quien nació en Estados Unidos, le hace de traductora cuando los visita ya que él no habla español.
El alemán Dirk Nowitzki, de 38 años y con 18 temporadas en la NBA, consideró como muy bueno “que se promocionen juegos en otros países de América Latina y Europa“.
Señaló que la NBA sigue creciendo y cuenta con jugadores de todo el mundo en sus equipos y recordó al mexicano Eduardo Nájera con el que jugó algunas temporadas en Dallas.
Los equipos cumplieron entrenamientos ligeros donde verificaron la duela y el bote del balón en distintas zonas y concretaron las típicas jugadas elaboradas además de tiros a la canasta de media y larga distancia y tiros libres.
También ofrecieron una clínica como parte del NBA Cares, programa de responsabilidad social de la Liga con unos 30 niños a los que les enseñaron algunas jugadas con el balón.
OR