Fue una noche mágica que la afición al baloncesto siempre va a recordar como aquella que conmemoró los primeros 25 años de celebrar encuentros en México. Los Mavericks consiguieron una importante victoria sobre los Suns en juego entre los dos últimos lugares de la Conferencia Oeste.
El primer cuarto estuvo muy parejo, incluso los de Dallas, visitantes en lo administrativo, se tardaron un poco en arrancar en la duela. El estrella alemán, Dirk Nowitzki terminó con apenas dos unidades y no se veía en buen ritmo a la hora de hacer las transiciones.
El delantero suplente de Phoenix, Marquese Chriss, fue el líder del primer cuarto con 11 puntos, aunque su equipo perdía 32-29 al culminar los primeros 12 minutos.
Los locales, Suns, reaccionaron en el segundo período y la dupla conformada por Devin Booker y Eric Bledsoe comandaron la ofensiva, pero a la defensa, sufrieron con la altura de los jugadores de Dallas. El resultado al terminar 24 minutos; una victoria parcial de los Suns por 59-57 y mucho suspenso para los último del juego.
El show en el descanso fue espectacular con las animadoras de los Suns en acción y el famoso Gorilla con el equipo de acrobacias de Phoenix realizando unas clavadas dignas de Hollywood. Las pantallas gigantes de la Arena Ciudad de México pedían ruido y los fanáticos obedecieron al pie de la letra, el resultado: una fiesta absoluta en la zona norte de la Ciudad de México.
Los terceros 12 minutos fueron clave para los Mavericks que tomaron buena ventaja gracias a Deron Williams y a Dirk Nowitzki, quien, a pesar de sus 39 años, sacó toda su experiencia y sacó de quicio a los Suns que se fueron abajo por 12 puntos.
Quedaban 12 minutos por disputar y Phoenix tuvo en Devin Booker a su bujía a la ofensa, pero su quinteta no lograba frenar los embates de Dallas y los minutos corrían rápidamente. En las últimas ofensivas, Booker perdió dos balones al hilo y la banca de los Suns se notaba desmoralizada.
Pero los Suns se negaban a morir sin dar la cara y con menos de dos minutos acortaron la diferencia a siete puntos. La voz de ataque la llamó Booker, quien anotaba de tres, coladas y de cualquier lugar que encontrara un espacio.
Aunque con menos de un minuto por jugar, Seth Curry alargaba a dos dígitos la ventaja de Dallas. Al final, fue un triunfo de 113-108 para Mavericks.
