Con el fin de lograr una transformación del Congreso de la Unión no sólo en lo económico sino también en lo político, la fracción del PRI presentó una iniciativa para quitar 100 diputados y 32 senadores de representación proporcional.

 

Para ello, los priistas proponen reformar los artículos 52, 53, 54 y 56 de la Constitución Política, con el fin de que en el Palacio Legislativo de San Lázaro haya 400 representantes populares y 96 del Pacto Federal.

 

La propuesta está suscrita por el coordinador y los vicecoordinadores del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz, así como por Jorge Carlos Ramírez Marín y Enrique Jackson Ramírez.

 

Al presentar la iniciativa ante el pleno de la Comisión Permanente, Ramírez Marín expuso que la conformación del Congreso de la Unión se decide mediante un sistema electoral mixto, que se caracteriza por la proporción de curules mediante los principios de mayoría relativa y de representación proporcional.

 

Mencionó que el principio de representación proporcional surge con el objetivo de otorgar representatividad a las minorías del país, a fin de contar con un Congreso plural e incluyente que sume las voluntades de todos los mexicanos.

 

Explicó que la Cámara de Diputados se integra por 300 diputados electos por el principio de votación mayoritaria relativa y 200 según el principio de representación proporcional, mediante el Sistema de Listas Regionales y votadas en circunscripciones plurinominales.

 

En tanto, dijo, la colegisladora se conforma por 128 legisladores, de los cuales, en cada estado y en la Ciudad de México, dos serán elegidos según el principio de votación mayoritaria relativa y uno será asignado a la primera minoría y los 32 senadores restantes se eligen según el principio de representación proporcional.

 

Apuntó que en el documento se propone la reducción de la composición de los integrantes del Congreso de la Unión, que consiste en la eliminación de 100 diputaciones federales de representación proporcional y de 32 senadurías de lista nacional y es un tema analizado en diversos foros.

 

“Incluso ha sido ampliamente debatido en diversas ocasiones en los órganos parlamentarios”, agregó el legislador priista, Jorge Carlos Ramírez Marín.

 

Comentó que los argumentos a favor de reducir el número de legisladores son bastos. “Se alude con frecuencia que favorecería un mejor funcionamiento de las tareas parlamentarias y traería un ahorro económico significativo al Estado mexicano al reducirse la carga burocrática”.

 

Lo anterior, dijo, en razón de que un mayor número de legisladores retrasa la toma de decisiones y limita los consensos entre las diferentes fuerzas políticas; asimismo, la dieta de cada legislador tiene un alto costo, prestaciones, gastos de representación, personal, entre otras.

 

Con esta reforma, subrayó, se plantea reducir en la Cámara de Diputados de 500 a 400 el número de sus integrantes, y para el Senado de la República de 128 a 96 legisladores.

 

Se insiste, dijo, en que esta medida “contribuirá a fomentar el ahorro del gasto público, a facilitar los acuerdos, a trabajar con mayor eficiencia y, sobre todas las cosas, a responder a una demanda que por años ha expresado la ciudanía sobre el extenso número de legisladores”.

 

Apuntó que México es uno de los países con más legisladores a nivel internacional, con un total de 628, incluso superando a naciones como Brasil (524) y Estados Unidos (535), que poseen una cantidad mayor de población y estados federados.

 

Recordó que el país atraviesa una situación coyuntural económica y social difícil que ha llevado al gobierno a tomar medidas de austeridad, por lo que “la reducción de legisladores, sería un acto de congruencia y de sensibilización con la sociedad mexicana, dado el impacto económico de ahorro que esto traería”.

 

Aclaró que la propuesta “no tiene como objetivo eliminar la representación proporcional, sino únicamente reducirla. De esta manera no se vería afectado el derecho de las minorías de acceder a los cargos legislativos”.

 

“No caigamos en el simplismo de creer que recortar los viajes o los seguros de vida es transformar al Congreso mexicano. Eso es responder a la coyuntura, eso es querer ponerse un traje que no le queda hoy a nadie en esta generación de políticos que ha visto pasar la transformación del país y no ha intervenido para hacer la transformación del Poder Legislativo”, enfatizó.

 

Si en algún momento se justificó el tamaño del Congreso mexicano, externó, no fue en términos económicos, no porque fuera más caro o más barato. Era porque garantizaba que las minorías tuvieran voz y representación en órgano.

 

“Pero esas épocas han pasado y hoy el Congreso se forma después de una competencia abierta donde las posiciones plurinominales han dejado de representar efectivamente la oportunidad de contar con los expertos, la oportunidad de darle voz a las minorías y la oportunidad de hacer más plural al Congreso Mexicano”, abundó.

 

El priista afirmó que no es comprensible un Congreso de este tamaño en un país con enormes desigualdades, “ni tampoco que sigamos sosteniendo una onerosa burocracia legislativa, cuando tenemos un país que exige acciones y determinaciones más rápidas y legislaciones eficientes”.