AUSTIN. El expresidente estadounidense George Bush padre (1989-1993) abandonó hoy la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un centro médico de Houston (Texas), mientras que su mujer, Barbara, ingresada desde el miércoles en el mismo hospital, será dada de alta en las próximas horas.

 

En una rueda de prensa en el Hospital Metodista de Houston, el doctor Clint Doerr, especialista en neumología, explicó que el exmandatario está evolucionando “muy bien” al tratamiento pautado y que espera que el próximo fin de semana pueda regresar a su hogar.

 

“Una neumonía en un paciente de 92 años es siempre una situación grave, pero el expresidente ha tenido una gran respuesta a la medicación que le hemos dado y por eso ha pasado a planta hoy mismo”, apuntó Doerr.

 

Por su parte, la doctora Amy Mynderse, señaló que la ex primera dama Barbara Bush evolucionó correctamente al cuadro de fatiga y tos que experimentó el pasado miércoles y que en las próximas horas recibirá el alta médica.

 

De hecho, la esposa de Bush pudo ser dada de alta ayer pero optó por quedarse un día más en el hospital para seguir con su recuperación y estar más cerca de su marido.

 

La doctora Mynderse señaló hallarse sorprendida por “lo muchísimo que significan el uno para el otro” y relató que, aunque el matrimonio ha dormido en distintas habitaciones estos días en el hospital, la mayoría del tiempo lo han pasado juntos porque Barbara Bush iba a visitar a su marido.

 

“El amor que existe entre ellos es increíble y lo mejor es que son realmente una terapia el uno para el otro, se cuidan mucho. Cuando su mujer se iba de su habitación, el expresidente preguntaba por ella y viceversa”, relató la doctora.

 

Ambos médicos destacaron también el optimismo del exmandatario desde el momento en el que fue ingresado y apuntaron que, incluso en los días que estuvo intubado, los más complicados de su ingreso, levantaba los pulgares hacia arriba para mostrar su buena actitud.

 

Bush, que respira correctamente sin asistencia mecánica desde el pasado viernes, preguntó esta mañana a su equipo médico si podía volver a su hogar con su mujer hoy porque creía que “ya no hacía falta” que estuviera en el hospital.

 

En este sentido, el doctor Doerr aseguró que si su evolución sigue siendo favorable como hasta ahora, el expresidente podrá regresar a casa durante el próximo fin de semana, por lo que “no se tendrá que preocupar por ver la final de la Superbowl – que se disputa el domingo 5 de febrero- junto a su mujer”, bromeó.

 

El presidente número 41 de Estados Unidos fue ingresado el pasado fin de semana en el Hospital Metodista de Houston por problemas al respirar, pero su situación empeoró hasta el punto de ser intervenido el miércoles para “proteger y limpiar sus vías respiratorias”, un procedimiento que requiere sedar al paciente.

 

Uno de los hijos del matrimonio, el también expresidente George W. Bush, que estuvo el viernes presente en la investidura del nuevo mandatario de EU, Donald Trump, agradeció a través de las redes sociales el apoyo recibido y aseguró que las oraciones que piden la recuperación de sus padres están surtiendo efecto.

 

Aunque en su 90 cumpleaños se lanzó en paracaídas para demostrar su vitalidad, el expresidente ha sido hospitalizado en diversas ocasiones durante los últimos años por diferentes motivos.

 

En julio de 2015, por ejemplo, se rompió una vértebra del cuello en una caída y en 2012 pasó las vacaciones navideñas en el mismo centro hospitalario, afectado por una bronquitis y una infección vírica que lo tuvieron ingresado mes y medio.

 

 

OR