Los delitos virtuales ocurren cuando hackers se aprovechan de la vulnerabilidad y la falta de protección en los sistemas accedidos, situación que va en aumento en el país, indica Comstor.

 

 

Refiere que la Unidad de Ciberdelincuencia de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México recibe todos los años por causa de los ciberataques, entre los que se encuentran abuso infantil, fraude, robo de datos y robo de identidad.

 

 

En México, menciona, la primera recomendación de las autoridades en el caso del ataque virtual es que la víctima entre en contacto inmediatamente con la unidad especializada en cibercrimen, porque la información puede desaparecer rápidamente.

 

 

Posteriormente, los especialistas comienzan el rastreo de información sobre el ataque para ubicar su origen y cuando las autoridades encuentran informaciones sobre sitios Web fraudulentos, phishing o contenido inadecuado, especialistas buscan el rastro dejado por el autor del crimen a través de su firma digital.

 

 

Comstor, unidad de negocio de Westcon-Comstor, advierte que los ciberataques están cada vez más avanzados y los invasores intercalan el uso de técnicas ya conocidas con nuevas, que juntas, son capaces de penetrar las estructuras de defensas de las redes.

 

 

Algunos ejemplos de esas técnicas, precisa, son el malware, phishing, denegación de servicio (DDoS), ataques a la vulnerabilidad del sistema operacional y vulnerabilidad de aplicaciones Web.

 

 

Debido a ello, la compañía señala que los profesionales del área de seguridad necesitan armar sus defensas con soluciones que puedan detectar las amenazas, intentar anticipar soluciones para los puntos más débiles y objetivos de ataques.

 

 

Además de administrar los riesgos para que se eviten violaciones de datos y planear la estrategia de respuesta, pues asegura que el tiempo es determinante para que se minimicen los impactos de un incidente de seguridad.

 

 

dca