Un estudio reciente publicado por el portal HealthDay señala que esa taza de café que muchas personas suelen tomar por las mañanas antes de iniciar sus actividades del día es mucho más benéfica de lo que muchos creen. ¿La razón? Se ha descubierto que la cafeína podría ayudar a reducir el tipo de inflamación que se vincula con los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca.

 
Los investigadores que llevaron a cabo el estudio encontraron que un mecanismo inflamatorio se activaba en ciertos adultos mayores, aunque no en otros. Cuando estaba altamente activado, las personas con frecuencia tenían una presión arterial alta y arterias rígidas. Pero en experimentos de laboratorio, hubo evidencias de que la cafeína bloqueaba ese proceso inflamatorio.

 

salud 5
Aunque las conclusiones no son definitivas, señalan que esto podría ayudar a explicar varios estudios previos en los que se vincula a la ingesta alta de cafeína con una expectativa de vida más larga, según señaló el doctor David Furman, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, quien lideró la investigación. Furman expresó que si bien hay cientos de vías y razones que contribuyen a la inflamación crónica, al menos se ha descubierto una de ellas.

 
Añadió que otras sustancias, aparte de la cafeína, podrían influir en el proceso inflamatorio, y citó el ejemplo de los ácidos grasos omega 3, que pueden aliviar la inflamación.
A un nivel más amplio, dijo Fredman, el nuevo estudio comienza a abordar una pregunta fundamental. “Esto puede ayudarnos a comprender por qué algunas personas envejecen de forma más exitosa que otras”, planteó. “¿Por qué una persona sufre un accidente cerebrovascular a los 60 años, mientras que otra vive hasta los 100 y nunca tiene un accidente de este tipo?”.

 
Probablemente sea en parte genético, dijo Fredman. Y el estudio muestra evidencias de ello, añadió. Las personas en el grupo de activación baja eran ocho veces más propensas a tener al menos un pariente cercano que hubiera vivido hasta los 90 años de edad o más.

 
Otro dato a considerar fue dado a conocer por Gabrielle Fredman, profesora asistente en el Colegio Médico de Albany, en Nueva York, y beneficiaria de la Federación Americana de Investigación sobre el Envejecimiento (American Federation for Aging Research), quien comentó que los científicos intentan desarrollar tratamientos que se dirijan a los culpables específicos del proceso de inflamación crónica, pero que aún no queda claro si la cafeína podría ser uno de ellos.

 
“Hay algunas sugerencias en este estudio de que una cafeína moderada podría ser suficiente para reducir parte de esta inflamación”, dijo Fredman.

 
Así fue el estudio

 

Se incluyó a más de 100 adultos.

 

 

Se les tomó, durante la década pasada, encuestas y muestras de sangre, además de revisar sus expedientes médicos.

 

 

Se comparó la sangre de los grupos de menor y mayor edad, para ver qué genes estaban más activados en los adultos mayores.

 

 

Se observó que de 12 adultos en un grupo alto, nueve tenían hipertensión, frente a solo una de 11 personas en el grupo bajo. Los del grupo alto también eran mucho más propensos a tener arterias rígidas.

 

 

Los del grupo de activación baja bebían más bebidas con cafeína.