Entre los poderes de la Unión, el judicial es el único que no puede dejarse someter ante incertidumbres generadas por anhelos de poder de algunos y malas decisiones políticas de otros, señaló el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Edgar Elías Azar.

 

 

Ante el presidente de la Corte Suprema de la República Checa, Pavel Sámal, Elías Azar puntualizó que hay un abuso de los ánimos democráticos y una desmesura de las libertades, así como en las facultades que el pueblo democráticamente ha concedido.

 

 

“Es fundamental que el Poder Judicial no esté sometido al poder político, sino que pueda juzgar con tal independencia; independencia que siempre estará atada a la ley, a la Constitución y a los principios básicos de la justicia”, insistió el magistrado.

 

 

Alertó sobre los vicios de la democracia que dicen actuar en nombre de la libertad, la democracia y la justicia, pero que no hacen más que destruir el significado mismo de esas palabras.

 

 

Elías Azar lamentó que se apele a la palabra democracia para destruir cimientos mismos del concepto, y que el pluralismo se haya olvidado en estos momentos, sin tener claro que, gracias a éste, no deben confiarse todos los Poderes, por legítimos que sean, a las mismas personas, instituciones u órganos.

 

 

Comentó que los peligros inherentes al ideal democrático proceden del hecho de aislar y favorecer exclusivamente a uno de sus elementos, ya sea la libertad individual, a la voluntad popular o al progreso.

 

 

Elías Azar advirtió sobre los riesgos en el mundo a la libertad reivindicada, como la caída del muro de Berlín, y ganada con movimientos como Solidaridad en Polonia; Sublevación en Hungría, y Revolución de “terciopelo” en la entonces Checoslovaquia.

 

 

“La historia se repite y las angustias continúan, cuando las palabras libertad y democracia se pervierten y se vinculan a actitudes mismas que la democracia no comparte”, puntualizó.

 

 

Alertó que dichas actitudes se han vendido como marca comercial de partidos políticos de extrema derecha nacionalistas o xenófobos, como el Partido de la Libertad en los Países Bajos, el Partido Austriaco de la Libertad, la Liga del Pueblo para la Libertad Italiana y el Partido Republicano.

 

 

Fustigó que la política someta a la justicia, y dijo que cuando esto sucede se perjudica al Estado y a la justicia misma, porque se convierte en simple instrumento de los más poderosos en perjuicio de los que más la necesitan.

 

 

Durante la sesión, el presidente de la Corte Suprema de la República Checa, Pavel Sámal, pronunció un discurso con el que agradeció el recibimiento del Poder Judicial capitalino.

 

 

Reconoció que justicia diferida es justicia denegada, al recordar que en su país casos criminales, civiles o comerciales se resuelven, en promedio, en 40 días, pero los relativos a la legislación de insolvencia pueden durar hasta dos años.

 

dca