El director Roman Polanski anunció que renuncia a presidir la ceremonia de los César, los galardones del cine francés, por la polémica con feministas en torno a las acusaciones que pesan contra él desde hace 40 años por haber abusado presuntamente de una adolescente en Estados Unidos.
En un comunicado, su abogado dijo que Polanski estaba “profundamente entristecido” por el debate -a su parecer injustificado- que se ha generado en torno a la pertinencia de que presidiera esa ceremonia, programada para el próximo 24 de febrero. A la vista de las reacciones en su contra generadas, el director franco-polaco de 83 años señaló que había decidido renunciar a la invitación de los organizadores.
El pasado día 18, cuando se oficializó que sería el presidente en la gala anual del cine francés, asociaciones feministas criticaron esa elección y así Osez le feminisme! denunció “la tolerancia social que existe todavía en Francia con la violación”, y avanzó que convocaría una manifestación en las puertas de la Sala Pleyel el día de la ceremonia.
Incluso la ministra francesa de los Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, había calificado de “sorprendente y chocante” el nombramiento de Polanski para ese acto, por estimar que se daba muestra de “indiferencia hacia los hechos que se le reprochan”.