Luego de que se informara que el presidente de Estados Unidos Donald Trump buscaría aplicar un impuesto a las importaciones mexicanas, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer trató de minimizar la amenaza.
Y es que unas horas después de las declaraciones, Spicer convocó a los periodistas al llegar a Washington para matizar que esta tasa del 20% sobre las importaciones sería “solo una de las opciones” que está considerando el nuevo presidente.
“No se trata de ofrecer detalles, todavía no estamos en ese punto. En vez del 20%, podría ser el 18% o el 5% (…). Estamos todavía en las primeras fases” de diseño del plan, agregó.
Lo cierto es que ese impuesto no se puede aplicar de forma inmediata, puesto que está vigente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado por EU, Canadá y México hace más de dos décadas.
Spicer mencionó que Estados Unidos tiene un déficit comercial con México, y tomó como ejemplo la cifra de 50 mil millones de dólares para explicar que, si se aplica ese impuesto del 20 % sobre esa cantidad, se obtendrían 10 mil millones de dólares al año y se pagaría “fácilmente el muro solo a través de ese mecanismo”.
El déficit comercial de EU con México es de unos 60 mil millones de dólares anuales, con lo que la aplicación de este arancel sobre dicha cantidad generaría unos 12 mil millones al año, aunque el volumen total de las importaciones desde México ronda los 295.000 millones de dólares.