Los efectos del gasolinazo y la devaluación del peso ya se sienten en el precio de la canasta básica, pues debido a que los costos de producción aumentaron 40% en los últimos 12 meses, artículos de la canasta básica como la tortilla y la carne se encarecieron en la misma proporción, aseguró el Barzón.
Según los cálculos del Barzón, que toma precios publicados por la Procuraduría Federal del Consumidor, productos del campo subieron en enero hasta 40% respecto al promedio de 2016. Tal es el caso de la tortilla, cuyo costo pasó de 12 a 16.80 pesos por kilogramo; el kilogramo de bistec aumentó 58.47 pesos al pasar de 146.17 a 204.64 pesos; o la chuleta de cerdo que estaba en 169.95 pesos a 237.93 pesos.
Alfonso Ramírez Cuellar, dirigente del Barzón, explicó que el aumento de los combustibles de hasta 20% en su precio es una de las dos razones por las cuales la inflación en la primera quincena de enero fue de 1.51%, la más alta en ese periodo desde 1999.
“Ya no es solamente el impacto tan duro que para los sectores medios representa el incremento del precio de la gasolina y de otros energéticos, sino que ya son dos grandes segmentos de la población los que van a sufrir los estragos de esta decisión”, afirmó Ramírez Cuellar sobre el gasolinazo.
La otra razón es la devaluación del peso frente al dólar, ya que entre diciembre de 2015 y diciembre de 2016 la moneda nacional perdió 19.5% frente a la divisa estadunidense. Sumados estos dos factores, los costos de producción para el sector agrícola aumentaron 40% en el último año, lo cual ya se ve en los precios.
Ramírez Cuellar advirtió que la crisis no ha terminado, pues considerando que para febrero se espera otro gasolinazo, es factible que al término de 2017 la inflación sea de 8%.
“La inflación puede llegar al final de 2017 puede llegar a 7.0 u 8.0% es realmente catastrófico para la economía familiar, es grave para los hogares de clase media y los hogares más pobres, prácticamente no sólo se come el aumento salarial, sino todos los ingresos familiares”.