Una semana antes del duelo por la Conferencia Nacional, había mucha preocupación por el estado de salud del receptor estrella Julio Jones, pero a final de cuentas si jugó y acabó con nueve recepciones, 180 yardas y dos touchdowns. Una semana después la situación es la misma, pues el 11 de Atlanta sigue entre algodones y no va a entrenar a lo largo de los días previos al Super Bowl.
Es factible que Jones ya esté en perfecto estado de salud, pero como una cábala, los Falcons le limiten los entrenamientos de la misma manera que ocurrió en la final de la NFC, así que podría ser una superstición.
Jones se ausentó de la mayoría de los entrenamientos la semana pasada por un esguince de un dedo, aunque practicó el viernes pasado. Luego, tuvo un desempeño brillante el domingo ante los Empacadores, cuando atrapó nueve pases para 180 yardas y dos touchdowns en la paliza 44-21. Jones también debe volver a practicar la próxima semana, dijo Quinn, entrenador principal de Atlanta.